lunes, 21 de junio de 2010

Job Cristina Jaén

En el país de hus un hombre llamado Job era muy recto e íntegro temía a dios y se guardaba del mal. Job tenía siete hijos y tres hijas.Él poseía siete mil ovejas,tres mil camellos,quinientas yuntas de bueyes.quinientas asnas y una gran cantidad de criados.Sus hijos por costumbre celebraban banquetes turnándose de casa en casa y invitaban a sus hermanas.Job luego los hacía purificarlos por si sus hijos habían pecado.Un día a los hijos de Dios se le presentó Santán.Empezaron a hablar el Señor con Satán y le dijo que no tocara a Job sino que le quitara todos sus bienes.Otro día las hijas y los hijos de JOb estaban eb la casa del hermano mayor y llegó un mensajero con noticias para Job y era porque mataron a sus siervos y luego cayó un rayo y terminó con sus ovejas y pastores,porque un viento fuerte destrozó su casa.Pero aunque pasó todo esto Job no maldijo a Dios.
Los hijos de Dios tenían que asistir a la audiencia del Señor y entre ellos se presento Satán.Luego el Señor defendió otra vez a JOb pero esta vez lo dejó en manos de Satán porque decía que esta vez iba a maldecir a Dios.Entonces hirió a JOb con una llaga maligna desde los pies hasta la coronilla y su mujer le dijo que le maldiciera a Dios y el le dijo que no que aceptaría el bien y el mal.Asi que Job no pecó.Después tres amigos de Job se enteraron de la desgracia y fuieron a verlo para compartir su pena.Eran Elifaz de Temán,Bildad de Suaj y Sofar de Naamat.Ellos vieron a JOb y no lo reconocieron aunque se sentaron junto a él 7 días sindirigirle la palabra pero luego su dolor era más fuerte.Al final Job ,maldijo el día que fue su nacimiento y que ese día se convirtiera en tinieblas y se apodere de él en la oscuridad.Que maldigan los que maldicen el día,que levantan a Leviatán,que espere la llegada de la luz y cierre las puertas del vientre. Dormiría tyranquilo y descansaria en paz junto a los reyes y señores de la tierra o junto a los príncipes que poseen oro. Allí descansan en paz los cautivos,los chicos que se confunden y el esclavo se ve libre de su amo. Alumbró la luz a un desgraciado y dio vida a los que están llenos de amargura,a quien no encuentra su camino y a quién Dios cierra el paso. Lo único que le queda son sus gemidos porque sucedió lo que temía y lo que le asustaba.

jueves, 17 de junio de 2010

DAVID por JEANNETTE

David fue el segundo de los Reyes del antiguo Reino de Israel, según la Biblia. Es representado como un rey Justo, aunque no exento de pecados, así como un aclamado guerrero, músico y Poeta, y al que tradicionalmente se atribuye la autoría de muchos de los salmos Del Libro de los Salmos.
Su existencia histórica puede situarse entre los años 1040 a. C. y 970 a. C., siendo su reinado sobre el territorio de Judá entre 1007 a. C. y 1000 a. C. y sobre Israel entre el año 1000 a.C. y 970 a.C.
Se han preservado pocas referencias arqueológicas, pero la estela de Tel Dan podría determinar la existencia, a mediados del s. IX a. C. de una dinastía real hebrea llamada «Casa de David», además de existir otras referencias en este grabado sobre la descendencia del rey David.
La vida de David es especialmente importante para el Judaísmo, Cristianismo y el Islam.
Su biografía se basa casi exclusivamente en los libros de Samuel, donde se lo describe como rubio, de hermosos ojos y muy bella presencia.
David es elegido
Saúl había pecado, a los ojos de Dios, al desobedecer, durante la batalla de Michmash, el mandato de destruir a todos los enemigos amalecitas. Dios decidió que Samuel debía nombrar a un nuevo rey para Israel. Para eso lo envío a Belén, a casa de Isaí (Jesé) para que escogiese a uno de sus hijos.
Samuel llegó a Belén, haciendo intención de realizar un sacrificio para evitar la ira de Saúl. En casa de Jesé le fueron presentados los hijos, pero ninguno de ellos era. Preguntando Samuel si faltaba alguno, Jesé le indicó que David. Fue mandado llamar y, al verlo, Samuel supo que ése era el elegido. Acto seguido lo ungió como rey ante sus hermanos y se volvió.
David hecho rey de Judá:
En la batalla con los filisteos Saúl y Jonatán mueren. Una etapa de la monarquía israelí terminaba de manera desastrosa. David llora su muerte y luego analiza la situación. Los adversarios son dueños de grandes regiones. Ante ello decide trasladarse hasta Hebrón, donde es ungido como rey sobre Judá. Los intentos de Isboset (rey de las tribus del norte) por ampliar su influencia serían anulados por la acción de dos caudillos que consiguen asesinarlo en su propia residencia. Los asesinos presentan la cabeza de Isboset a David con la esperanza de una recompensa, pero David los ejecuta por su crimen. Durante su permanencia en Hebrón, David era rey pero no conseguía el reconocimiento de las tribus norteñas de Israel. Lograr la unidad de las 12 tribus pasó a ser su objetivo primordial.
David como rey de Israel:
Durante su permanencia en Hebrón, David era rey pero no conseguía el reconocimiento de las tribus norteñas de Israel. Para que el rey lograra una total autonomía necesitaba ubicar la capital en un lugar "neutral”. Jebus, que por entonces no estaba en manos de los de Judá ni en manos de los israelitas del norte, era el lugar ideal. Pero estaba ocupada por los jebuseos. Una vez reconocido por los líderes de todas las tribus, los cuales le expresaron: "Hueso y carne tuya somos" David se lanza a la conquista de la fortaleza de los jebuseos de Jerusalén y la hace su capital (se denominaría Ciudad de David).
David comete errores
David comete adulterio con Betsabe, la esposa de Uria el Hitita, mientras que su esposo luchaba en la batalla, Betsabe queda embarazada, entonces David llama a Urias, a fin de que pueda estar con su esposa y ocultar la identidad del padre del niño. Urias se niega a permanecer fuera del campo de batalla mientras sus compañeros están en la lucha, por lo que David cambia su estrategia: Lo envía de regreso pero da instrucciones a Joab (el comandante) para que abandonen a Urias en el frente de la batalla. David se casa con Betsabe y ella lleva su hijo, "pero lo que había hecho David desagradó al Señor". El profeta Natán confronta a David, diciendo: "¿Por qué has despreciado la palabra de Dios, para hacer lo que es malo a sus ojos? Has herido a Urias, el hitita, con la espada y has tomado a su esposa para ser tu esposa" Por lo tanto, por adulterio y asesinato, Nathan declara que Dios le ha asignado al rey un reino agitado, lleno de disturbios, civiles violentos e intrigas. Además, aclaró David no iba a morir, pero sí su hijo nacido de Betsabe. David se arrepiente, pero Dios "hirió al niño... y se enfermó... en el séptimo día murió el niño." David, se viste, y come. Sus siervos preguntan por qué se lamentó cuando el bebé estaba vivo, pero ya no cuando está muerto, y David contesta: "Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y lloraba, le dije, ¿quién sabe si el Señor tendrá compasión de mí, que el niño pueda vivir? Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré yo he de hacerle volver? Yo voy a él, pero él no volverá a mí."
Absalón, hijo de David, se rebela
La muerte de Absalón por Gustave Doré tal como lo había profetizado Natán, los errores del rey fueron la causa de diversos trastornos: Uno de los hijos de David Absalón que había nacido en Hebrón, se rebela contra su padre, y llegan a luchar por el derecho al trono. Absalón es capturado por su cabello en las ramas de un roble. Joab, el comandante de tropas de David le clava tres lanzas y lo mata. Así, cuando la noticia de la victoria fue llevada a David, éste no se goza, sino que es sacudido por el dolor:" ¡Oh hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! Me habría muerto en lugar de ti, Absalón, hijo mío, mi hijo ¡”.Los sinsabores continuarían, pues Adonías, (otro hijo nacido en Hebrón), también pretende reinar. Ambiciona el trono de su padre David, que por entonces ha perdido gran parte de su anterior prestigio.
La Edad Avanzada de David
Ya anciano, David estaba decrépito y postrado en cama. Aprovechando la debilidad de su padre, Adonías, su hijo superviviente, se declara rey. Betsabé, la esposa preferida de David, y Nathan el profeta, temiendo por la actitud hostil del ambicioso Adonías, fueron con David para procurar un acuerdo que colocase a Salomón en el trono. Salomón había sido elegido por Dios y este acuerdo entre David y su mujer preferida solo concretaba los designios divinos. David muere y es enterrado en la ciudad donde David había gobernado cuarenta años.
David en el judaísmo
En el Judaísmo, el reinado de David representa la formación de un Estado Judío coherente, con su capital política y religiosa en Jerusalén y la institución de un linaje real que culminará en la era Mesiánica.
David en el Cristianismo
En el Cristianismo, David tiene importancia como el ancestro del Mesías. Muchas Profecías del Antiguo Testamento indicaban que el Mesías descendería de la línea de David
David (Dawud) en el Islam
En el Corán, David es conocido como Dawud, y es considerado uno de los profetas del islam, para quien fueron revelados por Alah los Salmos de Zabur.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Salomón ( Rubén)

Salomón era hijo del Rey David

SALOMÓN SE CASA CON LA HIJA DEL FARAÓN

Salomón emparentó con el faraón, rey de Egipto, pues se casó con su hija y la llevó a la Ciudad de David mientras él terminaba de construir su palacio, el templo del Señor y la muralla alrededor de Jerusalén.La gente, sin embargo, ofrecía sus sacrificios en los lugares altos de culto pagano, porque hasta entonces no se había construido un templo para el Señor.

SALOMÓN PIDE A DIOS SABIDURÍA
(2 Cr 1.1-13)
Salomón amaba al Señor y cumplía las leyes establecidas por David, su padre, aun cuando él mismo ofrecía sacrificios e incienso en los lugares altos, e incluso iba a Gabaóne para ofrecer allí sacrificios, porque aquel era el lugar alto más importante; y ofrecía en aquel lugar mil holocaustos.
Una noche, en Gabaón, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: “Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.”
Salomón respondió: “Tú trataste con gran bondad a mi padre, tu siervo David, pues él se condujo delante de ti con lealtad, justicia y rectitud de corazón para contigo. Por eso le trataste con tanta bondad y le concediste que un hijo suyo se sentara en su trono, como ahora ha sucedido. Tú, Señor y Dios mío, me has puesto para que reine en lugar de David, mi padre, aunque yo soy un muchacho joven y sin experiencia.Pero estoy al frente del pueblo que tú escogiste: un pueblo tan grande que, por su multitud, no puede contarse ni calcularse. Dame, pues, un corazón atento para gobernar a tu pueblo y para distinguir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién hay capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso?”
Al Señor le agradó que Salomón le hiciera tal petición, y le dijo: “Porque me has pedido esto y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino inteligencia para saber oir y gobernar, voy a hacer lo que me has pedido: yo te concedo sabiduría e inteligenciam como nadie las ha tenido antes que tú ni las tendrá después de ti. Además te doy riquezas y esplendor, cosas que no pediste, de modo que en toda tu vida no haya otro rey como tú. Y si haces mi voluntad, y cumples mis leyes y mandamientos, como lo hizo David, tu padre, te concederé una larga vida.”
Al despertar, Salomón se dio cuenta de que había sido un sueño. Y cuando llegó a Jerusalén, se presentó ante el arca del pacto del Señor y ofreció holocaustosñ y sacrificios de reconciliación. Después dio un banquete a todos sus funcionarios.

UN SABIO JUICIO DE SALOMÓN



Por aquel tiempo fueron a ver al rey dos prostitutas. Cuando se hallaron en su presencia, una de ellas dijo:
–¡Ay, Majestad! Esta mujer y yo vivimos en la misma casa, y yo di a luz estando ella conmigo en casa. A los tres días de dar a luz, también dio a luz esta mujer. Estábamos las dos solas. No había ninguna persona extraña en casa con nosotras; solo estábamos nosotras dos. Pero una noche murió el hijo de esta mujer, porque ella se acostó sobre él. Entonces se levantó a medianoche, mientras yo estaba dormida, quitó de mi lado a mi hijo, lo acostó con ella y puso junto a mí a su hijo muerto. Por la mañana, cuando me levanté para dar el pecho a mi hijo, vi que estaba muerto. Pero a la luz del día lo miré, y me di cuenta de que aquel no era el hijo que yo había dado a luz. La otra mujer dijo:
–No, mi hijo es el que está vivo, y el tuyo es el muerto.
Pero la primera respondió:
–No, tu hijo es el muerto, y mi hijo el que está vivo.
Así estuvieron discutiendo delante del rey. Entonces el rey se puso a pensar: “La una dice que su hijo es el que vive y que el muerto es de la otra, y la otra dice exactamente lo contrario”.
Luego ordenó:
–¡Traedme una espada!
Cuando le llevaron la espada al rey, ordenó:
–Partid en dos al niño vivo y dadle la mitad a cada una.
Pero la madre del niño vivo se angustió profundamente por su hijo, y suplicó al rey:
–¡Por favor! ¡No mate Su Majestad al niño! ¡Mejor es que se lo dé a esta mujer!
Pero la otra dijo:
–Ni para mí ni para ti. ¡Que lo partan!
Entonces intervino el rey y ordenó:
–Entregad a aquella mujer el niño vivo. No lo matéis, porque ella es su verdadera madre.
Todo Israel se enteró de la sentencia con que el rey había resuelto el pleito, y sintieron respeto por él.

SABIDURÍA Y PROSPERIDAD DE SALOMÓN

Judá e Israel tenían una población incontable, como la arena que hay a la orilla del mar. Había abundancia de comida y bebida, y reinaba la alegría. Salomón era soberano de todos los reinos
comprendidos entre el río Éufrates, el país filisteo y la frontera de Egipto, los cuales pagaron tributo y estuvieron sometidos a Salomón mientras él vivió. La provisión diaria para Salomón era de seis mil seiscientos litros de flor de harina, trece mil doscientos litros de harina, diez toros de los más gordos, veinte toros criados con hierba, y cien ovejas, sin contar ciervos, gacelas, gamos y aves bien gordas, pues Salomón dominaba en toda la región al oeste del Éufrates, desde Tífsah hasta Gaza, y sobre todos los reyes de esta región, y había pacificado todo el territorio de alrededor.
En vida de Salomón, los habitantes de Judá e Israel, desde Dan hasta Beerseba, vivieron tranquilos, cada cual debajo de su parra y de su higuera. Salomón tenía además cuatro milk caballerizas para los caballos de sus carros, y doce mil soldados de caballería. Los intendentes mencionados proveían de lo necesario, en el mes que les tocaba, al rey Salomón y a sus huéspedes, procurando que nada faltara. En su turno correspondiente, mandaban al lugar que se les indicaba la cebada y la paja para los caballos y los animales de tiro.
Dios concedió a Salomón mucha sabiduría e inteligencia,m y una comprensión tan abundante como la arena que está a la orilla del mar, hasta el punto de que la sabiduría de Salomón sobrepasó a la de los egipcios y los orientales. Fue más sabio que ningún otro hombre: más sabio que Etán,ñ el descendiente de Zérah, y que Hemán, Calcol y Dardá, hijos de Mahol.o Su fama se extendió por todas las naciones de alrededor. Pronunció tres mil proverbios y compuso mil cinco poemas. Habló acerca de los árboles y las plantas, desde el cedro del Líbano hasta la hierba que crece en las paredes; también habló sobre los animales, las aves, los reptiles y los peces. De todas las naciones y reinos de la tierra donde habían oído hablar de la inteligencia de Salomón, venía gente a escucharle.

SALOMÓN CONSTRUYE EL TEMPLO



(2 Cr 3.1-14)
Salomón comenzó la construcción del templo del Señor en el cuarto año de su reinado en Israel, en el mes de Ziv,b que es el segundo mes del año, cuando hacía ya cuatrocientos ochenta años que los israelitas habían salido de Egipto. El templo que el rey Salomón construyó para el Señor tenía veintisiete metros de largo, nueve de ancho y trece y medio de alto. El vestíbulo en la parte delantera del templo medía nueve metros de largo, igual a la anchura del templo, y cuatro metros y medio de ancho en la parte frontal del edificio. Salomón hizo al templo ventanas con rejas. También construyó un anexo junto al muro que rodeaba el edificio, contra los muros que rodeaban el templo, tanto alrededor de la sala central como de la cámara posterior, y construyó celdas alrededor. La planta baja del anexo medía dos metros y veinticinco centímetros de ancho; la planta intermedia, dos metros y setenta centímetros; y la planta alta, tres metros y quince centímetros; pues por fuera había reducido las medidas del templo para no empotrar las vigas en sus muros. En la construcción del templo se emplearon piedras totalmente labradas, así que, mientras lo edificaban, no se oyeron en el templo martillos ni piquetas ni ningún otro instrumento de hierro. La puerta de la celda de la planta bajad estaba al lado derecho del templo, y para subir a los pisos intermedio y tercero había una escalera de caracol.
Cuando Salomón terminó de construir el templo, lo cubrió con vigas y artesonado de cedro. Edificó también el anexo que rodeaba todo el templo, cuya altura era de dos metros y veinticinco centímetros, y lo sujetó al muro del templo con vigas de cedro. Entonces el Señor se dirigió a Salomón y le dijo: “En cuanto al templo que estás construyendo, quiero decirte que, si te conduces conforme a mis leyes y decretos, y cumples todos mis mandamientos portándote de acuerdo con ellos, yo cumpliré la promesa que hice a David, tu padre, respecto a ti; y viviré entre los israelitas, y no abandonaré a Israel, mi pueblo.

SALOMÓN TERMINÓ DE CONSTRUIR EL TEMPLO.
Cubrió las paredes interiores del edificio con tablas de cedro. Lo recubrió con madera de arriba abajo, y cubrió el piso con madera de pino. También recubrió de arriba abajo, con tablas de cedro, un espacio de nueve metros en la parte posterior del templo, y lo acondicionó para que fuera el Lugar Santísimo. La nave del templo, que estaba frente al Lugar Santísimo,g medía dieciocho metros de largo. El revestimiento interior del templo era de madera de cedro, con tallas de flores y frutos. Todo era de cedro. No se veía una sola piedra. Salomón preparó el Lugar Santísimo en el templo, para colocar allí el arca del pacto del Señor. El interior del Lugar Santísimo medía nueve metros de largo, nueve de ancho y nueve de alto. Frente al Lugar Santísimo hizo Salomón un altar de cedro y lo recubrió de oro. También recubrió de oro puro el interior del templo y el Lugar Santísimo, y delante de este puso cadenas de oro. De modo que recubrió de oro todo el templo, lo mismo que el altar que había delante del Lugar Santísimo.i
Hizo también dos seres aladosj de madera de olivo, para el Lugar Santísimo. Cada uno de ellos tenía cuatro metros y medio de altura, y cada una de sus alas medía dos metros y veinticinco centímetros. Así que, de una punta a otra de las alas, cada uno de ellos medía cuatro metros y medio. Los dos seres alados tenían las mismas medidas; es decir, los dos medían cuatro metros y medio, y tenían la misma forma.Su altura era también de cuatro metros y medio. Salomón los puso en el Lugar Santísimo. Y aquellos seres alados tenían sus alas extendidas, de modo que el ala de uno tocaba una pared y el ala del otro tocaba la pared opuesta, y las otras dos alas se tocaban entre sí en el centro del Lugar Santísimo. Luego Salomón recubrió de oro los seres alados, y en todas las paredes interiores y exteriores del templo labró figuras de seres alados, palmeras y flores. También cubrió de oro el piso del templo, por dentro y por fuera. Para la entrada del Lugar Santísimo hizo puertas de madera de olivo, y el dintel y los postes tenían forma pentagonal.
Las dos puertas eran de madera de olivo, y en ellas labró figuras de seres alados, palmeras y flores; luego recubrió de oro todas estas figuras. Para la entrada de la sala central del templo hizo postes de madera de olivo, formando un cuadro. Las dos hojas de las puertas eran de madera de pino, y ambas hojas giraban. Labró en ellas seres alados, palmeras y flores, y luego recubrió estas figuras con láminas de oro. Construyó también el atrio interiorl con tres hileras de piedras labradas y una hilera de vigas de cedro.
En el cuarto año del reinado de Salomón, en el mes de Ziv, se echaron los cimientos del templo del Señor; 38 y en el año once de su reinado, en el mes de Bul,n que es el octavo mes del año, se terminó el templo en todos sus detalles, según la totalidad del proyecto. En siete años lo construyó Salomón.

ESTER Inmaculada Delgado González

lunes, 17 de mayo de 2010

DEBORA -mario ramírez soto


era una profetisa y el cuarto Juez (además del único femenino) del Israel premonárquico del Antiguo Testamento (Tanaj). Su historia se cuenta dos veces en los capítulos IV y V del Libro de los Jueces. El primer relato es en prosa, narrando la victoria de las fuerzas israelitas dirigidas por el general Barak, a quien Débora provocó pero profetizó que no lograría la victoria final sobre el propio general cananeo Sisera. Tal honor correspondió a Jael, la esposa de Heber, un cineo fabricante de tiendas. Jael mató a Sisera clavándole una estaca de la tienda en la cabeza cuando dormía.

Jueces 5 cuenta esta misma historia en verso, y se cree que fue escrita en la segunda mitad del siglo XII a. C., poco después de los sucesos que describe. De ser así, entonces este pasaje, llamado a menudo La canción de Débora, es uno de los pasajes más antiguos de la Biblia y el ejemplo más antiguo conservado de poesía hebrea. También es importante porque es uno de los pasajes más antiguos, si no el que más, que muestra a mujeres en papeles diferentes a los de víctima o villano. El poema puede haber sido incluido en el Libro de las batallas de Dios mencionado en Números 21:14.

Se sabe poco de la vida personal de Débora. Aparentemente estuvo casada con un hombre llamado Lapidoth (‘antorchas’), pero este nombre no aparece fuera del Libro de los Jueces y podría significar simplemente que la propia Débora tenía un alma «ardiente». Fue una poetisa y daba sus sentencias bajo una palmera de Efraim. Algunos aluden a ella como la madre de Israel. Tras su victoria sobre Sisera y el ejército cananita hubo paz en la región durante cuarenta años.

SALOMÓN

SALOMÓN SUCEDE A DAVID.

El rey David llamó a betsabé y le dijo que su hijo Salomón le sucedería en el trono. Después el rey ordenó llamar al sacerdote Sadoc, el profeta Natán y Banaías y les dijo que llevaran a Salomón,
montado en su propia mula, a Guijón, donde el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirían como rey de Israel. Y después lo proclamarían rey.

ÚLTIMAS INSTRUCCIONES DE DAVID.

Pocos días antes de morir, David mandó llamar a su hijo Salomón y le dijo que pronto moriría y que debía ser un hombre firme y que debía cumplir todas las leyes de Yavé para que ningún proyecto le fallara.

EL SUEÑO DE SALOMÓN.

El rey fue a Gabaón para ofrecer sacrificios y durante la noche se le apareció Yavé en sueños. Éste le dijo:
-“Pídeme lo que quieras”.
Salomón le dijo que quería un espíritu atento para gobernar a su pueblo. Yavé le concedió su deseo y además le concedió todo lo que no había pedido, es decir, riquezas, gloria, una larga vida, etc. Al despertar, Salomón se dio cuenta de que era un sueño.

EL JUICIO DE SALOMÓN.

Llegaron ante él dos prostitutas. Una de ellas dijo que había tenido un hijo y la otra repitió lo mismo y habían asegurado que ningún extraño había estado en su casa. El hijo de una de las mujeres murió ahogado porque ella se había dormido sobre él. Entonces ésta cambió su hijo muerto por el de la otra mujer. La otra prostituta se dio cuenta de que ese no era su hijo. Las dos prostitutas empezaron a discutir y el rey mandó que le trajeran una espada para cortar en dos al niño. La verdadera madre imploró que no lo mataran, mientras que la otra mujer pidió que lo mataran. Entonces Salomón se dio cuenta de quién era la verdadera madre y le entregó a su hijo.

SALOMÓN CONSTRUYE EL TEMPLO.

El cuarto año de su reinado, Salomón empezó a construir la casa de Yavé. La casa tenía 30metros de largo, 10 metros de ancho y 15 metros de alto. El vestíbulo tenía 10 metros de ancho y 5 metros de fondo. Salomón hizo en la casa ventanas con rejas. Cubrió las paredes de la casa al interior con planchas de madera de cedro. El suelo lo cubrió con planchas de ciprés. Dispuso en el fondo de la casa un lugar Santísimo de 10 metros de largo. La parte anterior de la casa, el lugar Santo, medía 20 metros. En todo el interior, la madera estaba esculpida con figuras de calabaza y guirnaldas de flores. El lugar Santísimo, estaba destinado para recibir el arca de la alianza de Yavé; tenía 10 metros de largo, 10 metros de ancho y 10 de alto. Salomón cubrió todo el edificio de oro.







CONSAGRACIÓN DEL TEMPLO.

Todos los hombres de Israel se reunieron junto a Salomón en el 7º mes del año. Los sacerdotes tomaron el Arca de la Alianza de Yavé, con los objetos sagrados que había en ella y los subieron a la casa de Yavé. El rey Salomón y toda la comunidad de Israel, sacrificaron ovejas y bueyes. Los sacerdotes llevaron el Arca de la Alianza de Yavé, hasta el lugar Santísimo.



LA REINA DE SABA VISITA A SALOMÓN.

La reina de Saba escuchó la fama de Salomón y fue a preguntarle sobre cuestiones difíciles. Llegó a Jerusalén con un gran número de camellos y Salomón aclaró todos sus problemas. La reina de Saba presenció la vida fastuosa de Salomón y quedó maravillada. Ofreció al rey ciento veinte talentos de oro, perfumes y joyas. Salomón dió a la reina de Saba todo cuanto ella quiso. Después, ella se marchó y volvió a su país.


Inmaculada Doña Villalba 1ºbach b

lunes, 10 de mayo de 2010

Historia de JONÁS, el profeta.


Esta historia cuenta como Dios manda a Jonás a predicar al pueblo de Nínive, la capital de Asiria para persuadirlos de arrepentirse de su maldad o si no su ciudad quedará destruida. Jonás se negó a obedecer y al principio trataba huir de la presencia de Yahveh y se embarcó rumbo a Tarsis, pero en el camino Dios preparó una tempestad y los tripulantes al saber que huía de Yahveh lo echan al mar en medio de la tempestad.
Dios preparó un gran pez que se tragara a Jonás. Jonás oró durante los tres días que permaneció en el vientre del pez y después de ese periodo Yahveh dio la orden de que el pez vomitara a Jonás.
Después de esto recibió por segunda vez la palabra de Dios de ir a predicar a Nínive. Estando en esa ciudad Jonás predicó: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida». El Rey de la ciudad ordenó el ayuno de toda la población, Dios al ver el arrepentimiento de la población de Nínive, se arrepintió de sus actos y no castigó a la Ciudad. Jonás quedó frustrado de ver la piedad de su Dios y viendo que su profecía no se cumplió se fue de la ciudad disgustado. Dios lo censuró por su falta de compasión hacia los miles de personas y animales de Nínive, pero al final lo alecciona.

Realizado por: SARA ALBERTO SÁNCHEZ, 1º BACH A

lunes, 26 de abril de 2010

JUDIT, por Cristina Ruíz



Nabucodonosor, rey de los asirios,envió un mensaje a todos los habitantes de Persia y a las regiones occidentales, pero los habitantes de toda la tierra despreciaron el mensaje de Nabucodonosor y no le prestaron ayuda.
Nabucodonosor se indignó mucho contra estas regiones y juró que se vengaría de todas éstas. Luego, en el palacio de Nabucodonosor se tomó la decisión de llevar a cabo la venganza contra estas tierras como lo había prometido. Nabucodonosor llamó a Holofernes, generalísimo de sus ejércitos y le dijo: "reune contigo hombres de valor, marcha contra todas las tierras de occidente porque no se han sometido a mis órdenes. Vé delante y conquista para mí todos sus países"
Cuando los israelitas que habitaban en Judea se enteraron de todo lo que Holofernes habia hecho con aquellas naciones y cómo había saqueado y destruido sus santuarios, se llenaron de miedo ante él y les entró una gran preocupación por Jerusalén y el templo del Señor. Los israelitas acababan de llegar del destierro y Dios oyó su clamor y miró su aflicción.
En aquellos días, Judit se enteró de lo que estaba pasando. Su marido Manasés, de su misma tribu y amilia había muerto durante la siega de la cebada. Estaba vigilando a los que ataban las gavillas en el campo cuando fue presa de una insolación, tuvo que acostarse y murió en Betulia, su ciudad.
Manasés le había dejado todo su oro y plata a Judit la cual era muy bella y nadie podía decir de ella una palabra maliciosa porque tenía gran temor a Dios.
El pueblo, ante la escasez de agua,quiso entregar la ciudad a sus enemigos si Dios no les ayudaba y Judit, para que eso no ocurriera, decidió salir en la noche de la ciudad con su sierva para lograr que el Señor visitara a Israel antes del plazo de entrega de la ciudad. Judit se dirigió a casa de Dios en Jerusalén donde le pidió que se hiciera conocer ante la nación de que él era Yaveh. Cuando Judit terminó su plegaria a Dios, regresó a casa donde se vistió, maquilló y arregló quedando muy hermosa. Judit salió de casa y se presentó ante Holofornes el cual quedó sorprendido por su belleza.
Holofornes era el jefe del ejército enemigo. Holofornes le dijo a Judit que se habia salvado al pasarse a su bando y le preguntó por qué lo hizo. Judit le respondió que ella al saber que su pueblo habían empezado a consumir todo aquello que su Dios le había prometido y que por ello había huido de ellos y quería guiarlo.Agradaron estas palabras a Holofernes y a todos sus servidores, que estaban admirados de su sabiduría y dijeron:"De un cabo al otro del mundo, no hay mujer como ésta, de tanta hermosura en el rostro y tanta sensatez en las palabras. Holofernes le dijo: «Si haces lo que has prometido, tu Dios será mi Dios, vivirás en el palacio del rey Nabucodonosor y serás famosa en toda la tierra. «¡Dame fortaleza, Dios de Israel, en este momento!» con todas sus fuerzas, descargó dos golpes sobre el cuello y le cortó la cabeza. Después hizo rodar el tronco fuera del lecho, arrancó las colgaduras de las columnas y, saliendo, entregó la cabeza de Holofernes a su sierva, que la metió en la alforja de las provisiones. Luego salieron las dos juntas a hacer la oración, como de ordinario, atravesaron el campamento, contornearon el barranco, subieron por el monte de Betulia y se presentaron ante las puertas de la ciudad. Judit gritó desde lejos a los guardias de las puertas:"¡Abran, abran las puertas! Dios, nuestro Dios, está con nosotros para manifestar todavía su fuerza en Israel y su poder contra nuestros enemigos, como lo ha hecho hoy".La gente de la ciudad se apresuró a bajar a las puertas, y convocaron a los ancianos de la ciudad,todos acudieron rápidamente, abrieron las puertas para recibirlas, encendieron una hoguera para poder ver y se agolparon alrededor de ellas.Entonces sacó la cabeza de la bolsa y la mostró, diciendo: "Aquí está la cabeza de Holofernes, el general en jefe de los ejércitos asirios, y este es el cortinado bajo el cual estaba tendido completamente ebrio. ¡El Señor lo ha matado por la mano de una mujer!" Todo el pueblo quedó fuera de sí y adoraron a Dios. Ozías dijo a Judit:
"Nunca olvidarán los hombres la confianza que has demostrado y siempre recordarán el poder de Dios."
Judit les dijo: "Escúchenme, hermanos; tomen esta cabeza y cuélguenla sobre las almenas de la muralla. Después, cuando despunte el alba y se levante el sol sobre la tierra, cada uno de ustedes tomará sus armas de combate, y todos los que puedan hacerlo saldrán de la ciudad. Pónganles al frente un jefe como si fueran a descender a la llanura, hasta los puestos de avanzada de los asirios, pero no bajen.Ellos tomarán sus armas e irán al campamento a despertar a los jefes de su ejército. Estos, a su vez, se precipitarán hacia la carpa de Holofernes y, al no encontrarlo, quedarán aterrorizados y huirán delante de ustedes.Ustedes y todos los habitantes del territorio de Israel los perseguirán, exterminándolos en su retirada. Pero antes de ejecutar todo esto, tráiganme a Ajior, el amonita, para que él vea y reconozca al que había despreciado al pueblo de Israel, y lo envió para que muriera entre nosotros".
Llamaron entonces a Ajior y cuando vio la cabeza de Holofernes en la mano de uno de los hombres de la asamblea del pueblo, cayó desvanecido. Judit, en medio del pueblo, le contó a Ajior todo lo que había hecho desde el día de su partida hasta ese momento.Mandó luego que la introdujeran donde tenía su vajilla y ordenó que le sirvieran de sus propios manjares y le dieran a beber de su propio vino.Pero Judit le dijo que no debia de comer eso hasta que no lo necesitara y que le llevaran todas sus provisiones que llevó con ella. Holofernes le permitió acabar con sus provisiones y mandó a sus siervos a acompañarla a su tienda. Pero Judit, a media noche envió a decir a Holofornes que le diera permiso para ir a orar.Holofernes ordenó a su escolta que no se lo impidieran. Judit permaneció tres días en el campamento. Cada noche se dirigía hacia el barranco de Betulia y se lavaba en la fuente donde estaba el puesto de guardia. A su regreso, suplicaba al Señor, Dios de Israel, que diese buen fin a sus proyectos para exaltación de los hijos de su pueblo.Y, ya purificada, entraba en la tienda y allí permanecía hasta que le traían su comida de la tarde. Al cuarto día, dio Holofernes un banquete para sus oficiales. Holofornes le dijo a Bagoas que intentara persuadir a Judit para que cenara con ellos. Salió Bagoas de la presencia de Holofernes, entró en la tienda de Judit y le dijo todo lo que Holofornes le dijo y ella aceptó.Judit se levantó y se engalanó con sus vestidos y todos sus ornatos femeninos. Se adelantó su sierva para extender en tierra, frente a Holofernes, los tapices que había recibido de Bagoas para el uso cotidiano, con el fin de que pudiera tomar la comida reclinada sobre ellos.Entrando luego Judit, se reclinó. El corazón de Holofernes quedó arrebatado por ella y experimentó un violento deseo de unirse a ella, pues, desde el día que la vio, andaba buscando ocasión de seducirla. Holofernes, que se hallaba bajo el influjo de su encanto, bebió vino tan copiosamente como jamás lo había hecho en toda su vida. Cuando se hizo tarde, sus oficiales se apresuraron a retirarse. Bagoas cerró la tienda por el exterior. Sólo quedaron en la tienda Judit y Holofernes, desplomado sobre su lecho y rezumando vino. Judit había mandado a su sierva que se quedara fuera de su dormitorio y esperase a que saliera, como los demás días. Porque ella había dicho que saldría para hacer su oración. Judit, puesta de pie junto al lecho, dijo para sus adentros: «¡Dame fortaleza, Dios de Israel, en este momento!»
Y, con todas sus fuerzas, le descargó dos golpes sobre el cuello y le cortó la cabeza.
Después hizo rodar el tronco fuera del lecho, arrancó las colgaduras de las columnas y saliendo entregó la cabeza de Holofernes a su sierva,que la metió en la alforja de las provisiones. Luego salieron las dos juntos a hacer la oración, como de ordinario, atravesaron el campemento, contornearon el barranco, subieron por el monte de Betulia y se presentaron ante las puertas de la ciudad.Judit gritó desde lejos a los centinelas de las puertas: «¡Abrid, abrid la puerta! El Señor, nuestro Dios, está con nosotros para hacer todavía hazañas en Israel y mostrar su poder contra nuestros enemigos, como lo ha hecho hoy mismo.»
Cuando los hombres de la ciudad oyeron su voz, se apresuraron a bajar a la puerta y llamaron a los ancianos.Acudieron todos corriendo, desde el más grande al más chico, porque no tenían esperanza de que ella volviera; abrieron, pues, la puerta, las recibieron, y encendiendo una hoguera para que se pudiera ver, hicieron corro en torno a ellas. Judit, con fuerte voz, les dijo: «¡Alabad a Dios, alabadle! Alabad a Dios, que no ha apartado su misericordia de la casa de Israel, sino que esta noche ha destrozado a nuestros enemigos por mi mano.» Y sacando de la alforja la cabeza, se la mostró, diciéndoles: «Mirad la cabeza de Holofernes, jefe supremo del ejército asirio, y mirad las colgaduras bajo las cuales se acostaba en su borracheras. ¡El Señor le ha herido por mano de mujer! ¡Vive el Señor!, el que me ha guardado en el camino que emprendí, que fue seducido, para perdición suya, por mi rostro, pero no ha cometido conmigo ningún pecado que me manche o me deshonre.» Todo el pueblo quedó lleno de estupor y postrándose adoraron a Dios y dijeron a una: «¡Bendito seas, Dios nuestro, que has aniquilado el día de hoy a los enemigos de tu pueblo!»
Ozías dijo a Judit: «¡Bendita seas, hija del Dios Altísimo más que todas las mujeres de la tierra! Y bendito sea Dios, el Señor, Creador del cielo y de la tierra, que te ha guiado para cortar la cabeza del jefe de nuestros enemigos.Jamás tu confianza faltará en el corazón de los hombres que recordarán la fuerza de Dios eternamente.Que Dios te conceda, para exaltación perpetua, el ser favorecida con todos los bienes, porque no vacilaste en exponer tu vida a causa de la humillación de nuestra raza. Detuviste nuestra ruina procediendo rectamente ante nuestro Dios.» Todo el pueblo respondió: «¡Amén, amén!»

lunes, 19 de abril de 2010

ESTHER por Raquel Díaz Barba



Esther.- Una mujer de gran piedad, que se caracteriza por su fe, su valentía, su patriotismo, su sabiduría y su determinación. Ella es leal y obediente a su tío y se apresta a cumplir su deber de representar al pueblo judío y alcanzar la salvación. En la tradición judía se la ve como un instrumento de la voluntad de Dios para evitar la destrucción del pueblo judío, para proteger y garantizar la paz durante el exilio.

RELATO:
Esther era la hija de Abicail de la tribu de Benjamín, una de las dos tribus que constituían el reino de Judá antes de su destrucción por los babilonios y la deportazión, en el año 597, de la élite del reino a las provincias del Imperio persa.
A la muerte de sus padres fue adoptada por su primo Mardoqueo el cual ocupa una función administrativa en el palacio real de Susa. Habiendo sabido que el rey Asuero buscaba una nueva esposa, Mardoqueo hizo participar a su prima Esther en la selección. Esther fue elegida y se convirtió en la esposa de Asuero.
Cuando el primer ministro Amán decidió matar a todos los judíos del reino, Mardoqueo, que siempre había velado por Esther, le insta a presentarse ante el rey para que interceda en favor de sus compatriotas. A pesar de estar prohibido con pena de muerte acceder al rey sin ser llamado, después de un ayuno de tres días, Esther se presentó ante él para pedirle el favor de aceptar su invitación a cenar con Amán. Durante la cena le invita de nuevo y durante el segundo banquete
informa al rey de que es judía y que Amán ha decretado el exterminio de todos los judíos del reino. Obtiene entonces del rey el derecho para los judíos de defenderse el día en que debían ser exterminados.
Mardoqueo hizo un decreto que establecía la fiesta del Purim, porque la tristeza se convirtió en alegría y el luto en días de festiva alegría. Así, el 14 y el 15 del mes de adbar (marzo) son días de alegría, en los que, en las sinagogas, se lee el Libro de Ester.

miércoles, 14 de abril de 2010

DEBORA-Patricia Porras Suárez

Murió Eud,los irealitas ofendieron de nuevo al señor con su conducta.
El señor los entrego en poder de Llavín rey cananeo de Jascor Débora era la mujer de Lappidot. Débora era una profetisa , era juez de Israel y juzgaba bajo la palmera de Débora entre Rama y Betel y los isrealitas acudían a Débora para arreglar sus litigios . Débora mando llamar a Barac y le dijo : El señor de Israel quiere que vallas a legislar gente y reunas en el monte Tabor a diez hombres de Neftali y Zabulan . Yo haré que Sisara (jefe del ejército de Llavín) vaya hacia ti y te lo entrege Barac respondió : Si tú vienes conmigo yo iré.Yo le dije que iría con el pero que ya no seria suya la gloria del señor.Barac reunió a los hombres de Neftali y Zabulan y yo fui con ellos.Barac subió al monte a pelear contra Sisara y todo el ejército de Sisara cayó a filo de espada.Sisara huyo:este entro en la tienda de Yael y ella tapo con una manta.Sisara le dijo a Yael que se quedara en la puerta de la tineda y si viene alguien preguntando por si aquí hay algún hombre dile que no.Yael cogió una clavija de la tienda,tomo el martillo en su mano,se le acercó caollando y le hincó la clavija en la sien hasta clavarla en tierra.Entonces llego Barac y Yael le enseño donde estaba Sisara muerto.

REY DAVID....-Antonio J. García de s. Bazán





David y Goliat

Un enorme grandullón llamado Goliat, abusaba de los demás porque le tenían miedo. Siempre se reía de la gente. Un día llegó a un pueblo donde vivía David, un muchacho joven y fuerte el cuál se encargaba de cuidar las ovejas de su familia. A él le llegó el rumor de que ese Goliat estaba en su pueblo y abusaba de la gente. Reflexionó y pensó. Después anunció que pelearía contra Goliat con una honda. Llegó la pelea todo el mundo creía que David estaba loco y que Goliat lo mataría. Goliat se reía de él, pero David, sin pensárselo dos veces, puso una de las piedras que recogió en el río en la honda, la empezó a girar y lanzó mejor que nunca. La piedra le dio A Goliat en toda la frente, el cual cayó abatido y muerto. Nadie se lo creía pero era cierto, David mató a Goliat. Todos se quedaran tan sorprendidos que no encontraron que decir. David sí dijo: –Lo primero es no tener miedo a nadie, por más gigante que sea. Lo segundo es estar convencidos de que tenemos la razón, de que es justo lo que queremos. Lo tercero es saber usar bien el arma que tengamos.

David hecho rey de Judá

En la batalla con los filisteos (Gilboá) Saúl y Jonatán mueren. Una etapa de la monarquía israelí terminaba de manera desastrosa. David llora su muerte y luego analiza la situación. Los adversarios (filisteos) son dueños de grandes regiones. Ante ello decide trasladarse hasta Hebrón, donde es ungido como rey sobre Judá. Por su parte, las tribus del norte procuran restablecer el poder de la debilitada Casa de Saúl, eligiendo como rey a Isboset, un descendiente del extinto rey Saúl.

Los intentos de Isboset por ampliar su influencia serían anulados por la acción de dos caudillos que (liderando una turba) consiguen asesinarlo en su propia residencia. Los asesinos presentan la cabeza de Isboset a David con la esperanza de una recompensa, pero David los ejecuta por su crimen.

David como rey de Israel

Durante su permanencia en Hebrón, David era rey pero no conseguía el reconocimiento de las tribus norteñas de Israel. Lograr la unidad de las 12 tribus pasó a ser su objetivo principal. Para ello, era indispensable alejarse de Hebrón, pues "allí estaban sus partidarios, sus familiares", y todo ello era negativo para la independencia de criterio con que debía regir los destinos de un gran país. Para que el rey lograra una total autonomía necesitaba ubicar la capital en un lugar "neutral" . Jebus, que por entonces no estaba en manos de los de Judá ni en manos de los israelitas del norte, era el lugar ideal. Pero estaba ocupada por los jebuseos.

Una vez reconocido por los líderes de todas las tribus, los cuales le expresaron: "Hueso y carne tuya somos" David se lanza a la conquista de la fortaleza de los jebuseos de Jerusalén y la hace su capital.

Los errores de David.

David comete adulterio con Betsabe, la esposa de Uria el Hitita, mientras que su esposo luchaba en la batalla (en el sitio de Rabbah). Betsabé queda embarazada, entonces David llama a Urias, a fin de que pueda estar con su esposa y ocultar la identidad del padre del niño. Urías se niega a permanecer fuera del campo de batalla mientras sus compañeros están en la lucha, por lo que David cambia su estrategia: Lo envía de regreso pero da instrucciones a Joab (el comandante) para que abandonen a Urías en el frente de la batalla.

Por lo tanto, por adulterio y asesinato, Nathan declara que Dios le ha asignado al rey un reino agitado, lleno de disturbios civiles violentos e intrigas. Además, aclaró David no iba a morir, pero sí su hijo nacido de Betsabé.

lunes, 8 de febrero de 2010

DANIEL-Ana Victoria Carrera de los Reyes.


Vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalen y la sitio, en el ano 3ro del reinado de Joacim rey de Juda. Y traeron a muchachos del linaje real de los principes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, sabios, e idoneos para estar en el palacio del rey, y que les ensene las letras y la lengua de los caldeos. Y el rey les senalo comida para cada dia del rey y del vino que el bebia, y que los criase 3 anos para que al final se presenten al rey. Estaban: Daniel, Ananias, Misael, y Azarias de los hijos de Juda. Y el jefe de los eunucos les puso nombres:a Daniel: Beltsasar; a Ananias: Sadrac; a Miael: Mesack; y aa Azarias: Abed-nego.

Daniel propuso en su corazon no contaminarse con la comida del rey ni con el vno.Puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos y dijo el jefe a Daniel: Temo a mi senor el rey que me senalo la comida para darles. Cuando el vea vuestros rostros mas palidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenara para con el rey mi cabeza.
Daniel le dijo: te ruego que hagas la purebo con tus sievos por 10 dias, y nos en legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comian de la porcion de la comida del rey. Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias. No fueron hallados entre todos ellos otros como ellos, en todo asunto de sabiduria e inteligencia el rey consultaba con ellos, y los hallaba 10 veces mejores que todos los magos y astrologos que habia en su reino.

Despues el rey tuvo un sueno y no se acordaba del sueno pero queria que se lo dijeran y lo interpretaran. Y no pudo ningun mago y por esto manda a matar a todos los sabios de Babilonia. Y buscaron a Daniel y sus amigos para matarlos. Entonces Daniel le pidio al rey que le diese tiempo para interpretar el sueno. Entonces Daniel se lo dijo a sus amigos para que pidan a Dios y no tengan que matarlos a todos. El secreto fue revelado a Daniel en vision de noche y fue Daniel a contarle a Nabucodonosor el sueno. El sueno fue un gran imagen que era muy grande y su aspecto era terrible. La cabeza era de oro fino, su pecho y sus brazos de plata, su vientre y sus muslos de bronce, sus pernas de hierro, sus piesn en parte de hierro y en parte de barro cocido. Una piedra fue cortada no con mano e hirio a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido y los desmenuzo. Entonces se desmenuzo tambien el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano y se los llevo el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Pero la piedra que hirio a la imagen fue hecha un gran monte que lleno toda la tierra.

Esta es la interpretacion del sueno:
Tu rey eres la cabeza de oro. Despues de ti se levantar aotro reino inferior al tuyo y uluego un 3er reino de bronce, el cual dominara sobre toda la tierra. El 4to reino sera fuerte como hierror y quebrar todo. Los pies seran un reino dividido, pero habra en el algo de la fuerza del hierro. El reino sera en parte fuerte y en parte fragil.
Se mezclaran por alianzas humanas pero no se uniran el uno con el totro. En los dias de estos reyes el Dios del cielo levantar un reino que no sera jamas destruido desmenuzara a todos estos reino, pero el permanecera para siempre. El rey engrandecio a Daniel y lo hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y Jefe supremo de todos los sabios.

Entonces el rey hizo una estatua de oro cuya altura era de 60 codos, y la levanto en el campo de Duray y mando que todos se postren ante la estatua al sonido de bocina, flauta del tamboril, el arpa, del salterio, de la zampona y de todo instrumento de musica. Y delataron a Daniel y sus amigos por no postrarse ante la estatua y los metieron en el horno de fuego. Y el rey se airo contra ellos y el horno lo calentaron 7 veces mas. La llama de fuego era tanta que los que los ataron fueron muertos por el horno. Entonces vio el rey 4 varones sueltos adentro, cuando habian sido 3 varones. Y no habian sufrido ningun dano, y el 4to parecia al hijo de los dioses.

TOBIAS (Antonio Gil)


Tobías fue un hombre muy bueno que vivió en el norte de Palestina, y que siempre fue fiel al amor de Dios.

Sin embargo, a su alrededor su pueblo, e incluso su familia, no era fiel al Dios de los israelitas. Pero él era constante y siempre cumplía con los mandamientos del Señor.

Tobías pasó por muchas penurias y su vida no fue fácil. Perdió la vista, y no pudo evitar desesperarse, porque creía que no se merecía tanto dolor, ya que siempre había intentado portarse bien. Y, llorando, le dijo al Señor: «Justo eres, Señor, y justas son todas tus obras; siempre juzgas según la verdad y la justicia. No me castigues por mis pecados, ni por mis ignorancias, ni por las que mis padres cometieron contra ti (…) Quítame el aliento de vida para que muera y me convierta en polvo; porque prefiero morir a vivir, pues he oído ultrajes mentirosos y una gran tristeza se apodera de mí. Haz que yo sea liberado de esta angustia para ir al eterno lugar. No apartes tu rostro de mí».

Al mismo tiempo, en un lugar llamado Ecbatana de Media, una joven llamada Sara sufría y era insultada por otras mujeres, ya que se había casado siete veces y los siete maridos se le habían muerto nada más contraer matrimonio. Tampoco Sara entendía la razón de tanto dolor y tanta vergüenza como estaba pasando, y también ella acudía al Señor pidiéndole que la llevara a su lado para que no pudiera escuchar más burlas: «Tú sabes, Señor, que estoy limpia de pecado… Ten piedad de mí y que no vuelva a escuchar más burlas y ultrajes…»

El Señor escuchaba la oración de los dos, y envió a un ángel, Rafael, para auxiliarles. Y ocurrió de la siguiente forma: Tobías envió a su hijo a buscar un dinero que le pertenecía, y que tenía un señor en un pueblo lejano. Su hijo buscó a un acompañante que pudiera indicarle el camino, y aquí es cuando apareció Rafael, ángel del Señor, que se ofreció a acompañar al hijo en el viaje. Aunque, claro, nadie sabía que era un ángel. Comenzó el viaje y sucedió que, cuando el hijo se bañaba en un río, un pez gigante quiso atacarle, pero Rafael le salvó diciéndole que lo atrapara, y, una vez sobre la tierra, le mandó sacarle algunas vísceras y la hiel al pez. Le sería útil en el futuro. En el camino, un día Rafael le indicó al hijo de Tobías que pasarían la noche en Ecbatana de Media, ya que allí Tobías tenía a un pariente suyo: Ragüel. Además, la hija de Ragüel, Sara, de la que antes hemos hablado, era una muchacha bella y la tomaría por esposa, pues existía la costumbre de que tenían que contraer matrimonio con gente de su mismo linaje. «¿Pero no dicen que Sara tiene un demonio que hace que todos los esposos se le mueran nada más contraer matrimonio?» le preguntó el hijo de Tobías a Rafael. «Tú no te preocupes por eso –respondió el ángel–. Sara es de tu linaje y con ella tienes que casarte. Cuando te hayas casado, esa misma noche quemarás las vísceras del pez que mataste, e invocarás al Señor, que Él te ayudará, porque Sara está destinada desde siempre para ser tu esposa». Y tal y como había dicho Rafael, los dos fueron acogidos en casa del pariente de Tobías con mucho cariño, y esa misma noche contrajeron matrimonio los dos jóvenes. El hijo de Tobías no se olvidó de lo que le había aconsejado Rafael, y por la noche, junto con su mujer, quemó las vísceras del pez y rezó a Dios para que tuvieran larga vida en su matrimonio.

Todos temían encontrar al hijo de Tobías muerto al día siguiente, pero al ver que era el primer esposo que había sobrevivido, vieron que él era la persona con la que Sara estaba destinada a casarse. El padre de Sara se puso tan contento, que celebraron la boda durante 14 días. Al término de las celebraciones, el hijo de Tobías quiso ponerse en camino de vuelta a casa, pues sus padres debían de estar preocupados por su tardanza. Al llegar a casa, Rafael le dijo a Tobías que frotara los ojos de su padre con la hiel que habían guardado del pez. Así lo hizo y Tobías recobró la vista después de ocho años de ceguera.

No sabían cómo agradecerle a Rafael todo lo que había hecho por ellos. Entonces Rafael dijo: «Yo soy Rafael, uno de los siete santos ángeles que presentamos las oraciones de los justos. Cuando orabais tú, Tobías, y Sara, yo presentaba ante el Señor todas vuestras oraciones. He venido por voluntad de Dios, y ahora vuelvo con el que me envió”.

SANSÓN-Jesús Manuel Muñoz Bernal



Sansón = «pequeño sol».

Uno de los jueces israelitas más destacados. Hijo de un danita llamado Manoa, nació en Zora, localidad del territorio meridional de Dan. El ángel de Jehová predijo el nacimiento de Sansón, y anunció que libraría a Israel del yugo filisteo. Nazareo desde su nacimiento, Sansón no debía beber ni vino ni cualquier otro tipo de bebida fermentada, y no debía pasar navaja sobre su cabeza. En tanto que observó el voto de nazareato, Sansón fue victorioso sobre los filisteos (Jue. 13:1-24). Judá y Dan, separados de las otras tribus por dificultades geográficas, especialmente por el hecho de que los jebuseos dominaban la ciudad de Jebus (Jerusalén), estaban expuestas a los ataques de los filisteos. Judá, aislada, sólo podía responder con contragolpes guerrilleros. El Espíritu de Dios empezó a manifestarse pronto en Sansón en los campos de Dan (Jue. 13:25).

Sansón, enamorado de una filistea de Timnat, se desposó con ella, pero pronto fue entregada por su padre a otro hombre. Entonces, el hijo de Manoa se apoderó de trescientas zorras, y las ató dos a dos por la cola, atando asimismo una tea encendida entre cada dos colas, soltándolas a continuación por las mieses de los filisteos (Jue. 14:1-15:5). Éstos invadieron la tierra de Judá, y exigieron que Sansón les fuera entregado; él se dejó atar por los hombres de Judá, que no sabían que estaban atando a su futuro libertador. Animado repentinamente del Espíritu del Señor, el nazareo rompió las cuerdas en el momento en que iba a ser entregado a los incircuncisos. Asiendo una quijada de asno, persiguió a los filisteos, dando muerte a mil de ellos. Sansón, ardiendo de sed, proclamó que esta liberación procedía de Jehová, a quien suplicó que le diera agua. Dios hizo entonces brotar agua de la cavidad de una roca. Los hombres de Judá consideraron desde entonces a Sansón como su liberador (Jue. 15:6-20). Se dirigió a Gaza, y cayó allí en pecado. La gente de la ciudad cerró las puertas para apoderarse de Sansón. A medianoche salió de la ciudad, habiendo arrancado de quicio las puertas de la muralla, con sus dos pilares y cerrojo, dejando todo en la cumbre del monte que se halla frente a Hebrón (Jue. 16:1-3).

Su relación con Dalila, mujer filistea de Sorec, lo perdió. Instigada por los príncipes filisteos, apremió a Sansón a que le revelara el secreto de su fuerza. Al principio él le respondió con mentiras, pero finalmente le reveló que si se le cortaba la cabellera, perdería su vigor y sería como todos los otros hombres. Dalila vendió su secreto a los filisteos. Éstos le cortaron el cabello mientras dormía y lo prendieron con facilidad. Sacándole los ojos, lo llevaron a la cárcel de Gaza para que hiciera girar una rueda de molino. Durante una gran fiesta en el templo de Dagón, dios de los filisteos, llevaron allí a Sansón para mostrarlo como espectáculo a la muchedumbre. Sus cabellos habían vuelto a crecer. El interior del gran edificio estaba lleno de filisteos, y había unas tres mil personas en su terraza. Habiendo estado en Gaza antes de haber perdido la vista, Sansón conocía el edificio. Pidió entonces al joven lazarillo que le conducía que le dejara apoyar sobre las dos columnas centrales que sostenían el techo. Oró entonces a Jehová, y, empujando violentamente las dos columnas, una con cada mano, las hizo caer, derrumbándose toda la casa. Sansón murió junto con un gran número de filisteos (Jue. 16:1-31). A pesar de sus debilidades morales, figura entre los héroes de la fe (He. 11:32).

Sansón estaba dotado de una fuerza sobrenatural. Cuando el Espíritu del Señor lo impulsó, llevó a cabo grandes hazañas. Su fuerza no residía en sus cabellos, sino en su consagración al Señor, de lo que ellos eran el símbolo. Cuando Sansón hubo violado su consagración al Señor, no tuvo la fuerza moral para mantener su cabellera. Al perder su testimonio, el Señor lo abandonó. La fuerza le fue restaurada en respuesta a la oración que pronunció. Este poder sobrenatural dio testimonio a los hombres de Judá que Dios había llamado a este nazareo a que fuera su libertador de los filisteos, que sintieron en sus carnes la superioridad del siervo de Jehová.

Hay críticos que han querido ver en este relato una de las leyendas que pretenden descubrir en la Biblia. Pero es cosa cierta que los antiguos hebreos consideraban a Sansón como una persona real, perteneciente a la historia anterior a Samuel y a Saúl. El relato bíblico da detalles precisos acerca de la situación de su pueblo natal, de su familia, de sus hazañas, del lugar donde fue sepultado. Toda la vida de Sansón es una gran historia espiritual, como ejemplo que no se debe seguir de un hombre extraordinariamente dotado y que sin embargo juega con el pecado y con la paciencia de Dios. En el momento en que se imagina, lleno de presunción: «Esta vez saldré como las otras y me escaparé», «no sabía que Jehová ya se había apartado de él» (Jue. 16:20). De esclavo de sus pasiones vino a ser esclavo de sus enemigos hasta su muerte; perdió aquellos ojos que no habían sabido ver con claridad. En el último momento, sin embargo, volvió al favor de Dios, que dio respuesta a su oración. No obstante, su oración delata que no estaba en plena comunión con Dios, porque estaba más deseoso de venganza por haber perdido sus ojos que por desear vindicar el nombre de Jehová frente a Dagón (Jue. 16:28). ¡Qué advertencia tan solemne! Se tiene que señalar que otros hombres del AT recibieron en circunstancias excepcionales la fuerza de llevar a cabo hazañas análogas a las de Sansón: Jonatán y su escudero, el joven pastor David dando muerte a un león y a un oso, Eleazar, Sama y Abisai

miércoles, 3 de febrero de 2010

ISAAC-María José Gómez García

Resumen:
-Gn 18:
El señor se le apareció a Abraham junto al encinar de Mambre cuando estaba sentado junto a su tienda. El vio tres hombres que estaban de pie ante a él y corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda y mostrando en la tierra dijo: Mi señor ,por favor te ruego que no pases sin detenerte con tu siervo. El dijo que aria que el trajesen agua y que mientras ellos descansaran bajo un árbol.Abrahan fue a buscar pan para ellos y ellos le dijeron que de acuerdo.
Mientras ellos comían le preguntaron por su mujer a Abraham y el le dijo que estaba en la tienda .El huésped le dijo que al año volvería y su mujer Sara tendria un hijo.Sara estaba escuchando detrás de la puerta de la tienda y se hecho a reír pensando que era imposible ya que ella era ya vieja.
El señor le dijo a Abraham que porque se había reído su mujer si nada era imposible para dios .El huésped volvía a decir que volvería el año siguiente y Sara tendría un hijo .Sara salio y le dijo al huésped que ella no se había reído .El señor se fijo en Sara como había dicho y cumplió lo que habia prometido .Sara concibió y dio un hijo a Abraham al que le pusieron el nombre de Isaac.
A los ocho días como dios había mandado,tenia Abraham cien años cuando le nació su hijo Isaac.






Gn 22:
Dios quiso poner a prueba a Abraham.
Lo llamo le dijo que fuera con su hijo Isaac a hacer un holocausto a un monte .
Abraham obedeció y fue fue al monte con su hijo .
Cuando estaban allí en el monte su hijo llevaba la leña y el padre llevaba el fuego .
Isaac le pregunto al padre que donde estaba el cordero para hacer el holocausto entonces el señor le dijo que es cordero seria su hijo .Abraham obedeció al señor y al momento de degollarlo bajo un ángel y le dijo que soltara a su hijo que el señor ya habia comprobado la fe que sentía por el y que tenia al si vera un cordero para el holocausto .
Abraam puso a aquel lugar el nombre de :”El señor provee”.
Dios le dijo a Abraham que lo colmaría de bendiciones y que multiplicaría inmensamente su descendencia porque había sino fiel a dios y le dio igual haber tenido que sacrificar a su único hijo.







-Gn 24:
Cuando Abrahan era ya muy viejo y lo habia bendido todo.Un día le dijo Abrahan al criado más antiguo de la casa que fuese a buscar una mujer para su hijo Isaac .Entonces el criado acepto con las ordenes y fue a buscar una mujer para Isaac.
Cuando el criado estaba sentado bajo un arbol pensando como sabria él cual seria la mujer adecuada para su siervo .Un angel bajo del cielo y le dijo que la mujer adecuada seria la que le ofreciera aguaa él y sus caballos seria la mujer adecuada para su señor.
Tal como fue asi la primera mujer que salio se lo pregunto y ella le dijo que le daria de comer y beber a sus caballos y a él.
El criado la colmo de joyas y ella corrio hasta su casa para contar lo sucedido a su hermano y padres.La familia acepto que fuese la esposa de Isaac ya que lo habia decidido asin Dios.
El criado la llevo junto a Isaac y finalmente se casarón.



Samuel, por Jesus Alba

Resumen del primer libro de Samuel:
Había un hombre natural de Ramá que se llamaba Elcaná.Este hombre subía todos los años desde su pueblo a adorar y ofrecer sacrifícios al señor todopoderoso en Siló.Tenía dos esposas una de ellas se llamaba Ana,era esteril y su rival siempre la insultaba para humillarla por su esterilidad.
Una vez Ana se puso a llorar y entonces le pidió a Dios que le diera un hijo porque ella lo consograría todos los días.Entonces Dios se lo concedió y cuando lo detestó subió con el niño llamado Samuel al templo del señor en Siló y presentó el niño al sacerdote Elí y entonces Ana se puso a orar a Dios.Luego Elcaná volvió a su casa y el niño quedó al servicio del señor junto al sacerdote Elí.Una noche cuando Samuel dormía Dios lo llamó pero Samuel se creía que era Elí pero al tercer intento Samuel le contestó y dios le contó que iba a hacer una cosa que haría retumbar los oidos de quienes oigan hablar de ella.Aquel dia Dios ejecutará sobre Elí todo lo que dijo contra su familia y que ya se lo había hecho saber porque Elí sabía que sus hijos ultrajaban a Dios y el no los corrigió.
Al día siguiente Samuel se lo contó a Elí y este le dijo:Él es Dios y tienes que cumplir su voluntad.Todo Israel supo con el paso del tiempo que Samuel se había acreditado como profeta del Señor.

Según los datos que él mismo aporta en el Primer Libro de Samuel, pertenecía a la tribu de Leví.
En la tradición judía tiene un gran peso, al punto que el Talmud llega a decir que este profeta valía como Moisés y Aarón. Según la tradición judía, a la muerte de Moisés y Josué, sucedió una confusión en cuanto a ciertas leyes, en especial concerniendo a la prohibición del matrimonio entre amonitas, moabitas e israelitas. Este problema lo resolvió el profeta Samuel, ya que tenía la autoridad suficiente, con la siguiente oración: amonita varón mas no amonita mujer, moabita varón mas no amonita mujer. Es decir, que, dado que el versículo bíblico que prohíbe la mezcolanza entre moabitas, amonitas e israelitas sólo menciona a los varones, excluye a las mujeres amonitas y moabitas de la prohibición, permitiéndoles contraer matrimonio con los judíos.

La Iglesia católica lo conmemora el 20 de agosto

lunes, 1 de febrero de 2010

ISAAC por Ana Rosa Narváez Manzano

El nacimiento de Isaac fue prometido por Dios a Abraham y a su esposa Sara, después de muchos años de matrimonio sin descendencia. Antes de que naciera Isaac Abraham había tenido otro hijo,Ismael, con su esclava Agar. Después del nacimiento de Isaac, Sara obligó a Agar a que se marchara. Esta la obedeció y partió con su hijo Ismael hacia el desierto. En su travesía por el desierto, se les agotó el agua y al ver que la salud del niño peligraba, Dios le habló a Agar y le prometió cuidar de su hijo Ismael. Cuando Isaac creció, Dios le ordenó a Abraham a que sacrificara a su hijo, este muy a su pesar le obedeció. Así que un día, Abraham, llevó a Isaac al monte Moria, para cumplir su promesa.


Sin embargo, justo antes de que Abraham sacrificara a su hijo escuchó,la voz del ángel Yahveh que le decía que no lo sacrificara.Este le dijo que en vez de sacrificar a su hijo, sacrificara un carnero, pues Dios ya había comprobado su devoción.
Pasaron los años y después de la muerte de Sara, Abraham envió a un siervo a la ciudad de Najor, para que buscara una esposa para su hijo Isaac. Con la ayuda de Dios el siervo encontró a Rebeca, hija de Betuel, y se la llevo. Isaac se desposó con Rebeca, pero ella era estéril. Así que pidió a Dios que su mujer pudiera tener hijos.
Rebeca dio a luz a dos niños, Esaú y Jacob.
Al ser Esaú en primogénito, era el que debía de recibir la bendición paterna pero por un error se la concedió a Jacob.















Para evitar un enfrentamiento entre los dos hermanos, Isaac envió a Jacob a casa de su tío Labán donde se desposó Lia y posteriormente con Raquel.
Tras su regreso Isaac murió a la edad de ciento ochenta años y fue enterrado por sus dos hijos en la cueva de Machpelah.

MOISÉS POR LORENA RUIZ



SUFRIMIENTO DE LOS ISRAELITAS

-Los Hebreos en Egipto

Los israelitas tenían muchos hijos y se multiplicaron de tal manera que llegaron a ser muy poderosos.
Un nuevo rey en Egipto, José, pretendía impedir que el pueblo israelita fuera más numeroso que ellos (egipcios).
Los egipcios pusieron capataces encargados de someter a los israelitas a trabajos muy duros. Les hicieron construir las ciudades de Pitón y Ramsés, que el Faraón, rey de Egipto utilizaba para almacenar provisiones.
Pero cuanto más los maltrataban, más aumentaban, así que los egipcios les tenían mucho miedo.
Los egipcios esclavizaron a los israelitas amargándoles la vida a hacer duros trabajos.
El rey de Egipto habló con Cifrá y Puá, que eran pateras hebreas y les dijo que cuanto atendieran los partos de las hebreas se fijaran en el sexo del recién nacido, si era niña la dejaban vivir y si era niño lo mataban.
Las pateras tuvieron miedo de Dios y no lo hicieron, así que el rey de Egipto ordenó a todo su pueblo echar al río a todos los niños hebreos que nacieran y que dejaran vivir sólo a las niñas.

INFANCIA DE MOISÉS

Un hombre de la familia de Leví se casó con la hija de otro levita.
Ella concibió y dio a luz a un hijo, y al ver que era muy hermoso lo tuvo escondido durante tres meses. Como no pudieron ocultarlo más lo metieron en una cesta de papiro y la dejó entre los juncos de la orilla del río.
La madre del niño mandó a su hija a vigilar la cesta. Esta así lo hizo y pudo ver como la hija del Faraón se bañaba en el río. La hija del Faraón vió la cesta en medio de los juncos.
Ordenó a una de sus doncellas que recogiera la cesta.
Entregó el niño a una mujer y esta lo tomó y lo crió.
Cuando el niño creció la mujer se lo llevó a la hija del Faraón la cual lo aceptó y le puso de nombre “Moisés” diciendo: “Yo lo saqué de las aguas”.

-Moisés en Madián

Un día Moisés fue donde estaban sus hermanos. Vió sus duros trabajos y observó como un egipcio maltrataba a uno de sus hermanos hebreos. Como vió que no había nadie lo mató.
La noticia llegó hasta el Faraón y este quiso matar a Moisés.
Moisés corrió hasta el país de Madián junto a un pozo.
Madián tiene siete hijas y estas fueron a sacar agua al pozo para llenar los abrevaderos para dar de beber al rebaño de su padre, pero llegaron unos pastores y las echaron de allí.
Moisés las defendió y abrevó su rebaño.
Al llegar las chicas a su casa, su padre se extrañó y les preguntó el motivo de su repentina llegada. Ellas le explicaron lo sucedido y su padre les dijo que fueran en busca de Moisés para invitarlo a comer. Estas así lo hicieron.
Moisés se quedó con el hombre y este le dio como esposa a su hija Séfora. Ella dio a luz y Moisés llamó a su hijo Guersón porque dijo: “Soy emigrante en tierra extraña”.
Tiempo después murió el rey de Egipto y los israelitas lloraban y clamaban asustados. Sus gritos llegaron hasta Dios y recordó la promesa que había hecho a Abrahán, Isaac y Jacob. Dios se fijó en los israelitas y comprendió su situación.

VOCACIÓN Y MISIÓN.

Moisés pastoreaba el rebaño de Madián. Llegó a Horeb, el monte de Dios, y allí se le apareció un ángel del Señor, como una llama que ardía en medio de una zarza. La zarza ardía pero no se consumía. Moisés decidió acercarse para contemplar esta maravillosa visión.
Cuando el Señor vió que se acercaba lo llamó desde la zarza. Le dijo que se quitara las sandalias porque estaba pisando un lugar sagrado y le hizo la siguiente petición: “Tenía que dirigirse al Faraón y sacar a todos los israelitas de Egipto”. Debía decir a los israelitas que se le había aparecido el Dios de sus antepasados, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, que le enviaba hacia ellos.
Debía hacer lo mismo con los ancianos de Israel y después debía dirigirse con ellos al rey de Egipto.
Como sabía que el rey de Egipto no les dejaría marchar Dios les ofrecería su ayuda.
Moisés le dijo a Dios que no le creerían.
Dios dijo a Moisés que tirase el cayado que llevaba en la mano al suelo. Este así lo hizo, y el cayado se convirtió en una serpiente, y al cogerla por la cola volvió a convertirse en un cayado.
Dios le dijo a Moisés que metiera su mano en su seno y al sacarla estaba cubierta de lepra blanca. Al introducirla de nuevo en el seno volvió a sacarla tan sana como al principio. Si con estos dos prodigios no le creían debía derramar agua por el suelo y esta se convertiría en sangre. De esta forma creerían que Dios se había aparecido ante Moisés.
Moisés le dijo a Dios que no era de palabra fácil, así que Dios le ofreció la ayuda de su hermano Aarón el levita y les aseguró que él estaría en la boca de los dos y que su hermano hablaría por él al pueblo y también le recordó que no olvidara el cayado para realizar los prodigios.

MOISÉS Y EL FARAÓN

Moisés y Aarón se presentaron ante el Faraón y le contaron la petición que le hizo Dios. El Faraón no creyó en ellos, y ellos le dijeron que si no les hacía caso, Dios los castigaría con enfermedades o guerras, pero el Faraón los mandó a hacer sus obligaciones.

LAS PLAGAS

Ante la negación del Faraón, Dios pidió a Moisés y Aarón que golpease el cayado en todos los ríos, canales y estanques y que una vez hecho esto el agua se convertiría en sangre. (Plaga de Sangre)
Los habitantes no podían beber, olía mal e intentaron cavar en las orillas del Nilo para encontrar agua.
Al cabo de seis días, Dios dijo a Moisés y Aarón que fuesen ante el Faraón y le dijese que dejara salir al pueblo para que le diese culto, o de lo contrario una plaga de ranas caería sobre su reino. El Faraón se negó y toda la tierra de Egipto quedó cubierta de ranas. El Señor hizo desaparecer el ganado de los egipcios excepto el de los israelitas. (Plaga de Ranas)
El Señor lo cumplió y todo el ganado de los egipcios murió, pero de los israelitas no murió ni uno.
De nuevo el Faraón se negó y el Señor mandó a Aarón que golpeara su vara en el polvo, y este se convirtió en una masa de mosquitos de las cual los egipcios no podían librarse. (Plaga de Mosquitos)
El Faraón seguía negándose, y el Señor hizo que los animales atacaran el ganado de los egipcios sin dañar al de los israelitas. (Plaga de Animales Silvestres). Pero el Faraón seguía sin ceder y el Señor provocó enfermedades epidémicas que exterminaron a los ganados egipcios sin dañar al de los israelitas. (Plaga de Pestilencia)
El Faraón se negó de nuevo y el Señor dijo a Moisés y Aarón que cada uno tomase dos puñados de hollín en un horno, que Moisés dispersó en el cielo en presencia del Faraón. El hollín provocó úlceras y salpullidos en el pueblo y en el ganado egipcio. (Plaga de úlceras y Salpullido)
El Faraón continuó negándose y el Señor dijo a Moisés que estirase su cayado hacia el cielo, punto en el cual una tormenta comenzó (una poderosa ducha de granizo mezclada con fuego). (Plaga de granizos, de fuego y de hielo).
La tormenta dañó a huertos y cultivos egipcios, así como a personas y a ganados.
El Faraón pidió a Moisés y Aarón que pidieran perdón al Señor y este dejaría a los israelitas adorar a Dios en el desierto. La lluvia se detuvo cuando Aarón empezó a orar a Dios. Una vez cesado la tormenta el Faraón se negó a cumplir su promesa.
El Señor dijo a Moisés y Aarón que volviesen a ir ante el Faraón y le dijera que dejara marchar a su pueblo para que le dieran culto.
El Faraón se negó a que los niños y niñas fueran, solo podían dar culto al Señor los ancianos y adultos. Ante la negación del Faraón el Señor respondió con otra plaga (Plaga de Langostas) que acabó con todo lo que se salvó del granizo (árboles, casas...).
El Faraón mandó llamar de nuevo a Moisés y Aarón y les dijo que pidieran perdón por haber pecado contra el Señor y alejase su catástrofe.
Moisés así lo hizo y el Señor hizo soplar un fuerte viento del Oeste, que barrió la Langosta y la arrojó al Mar de Las Cañas.
El Señor hizo que el Faraón siguiera obstinado en no dejar salir a los israelitas y dijo a Moisés que alzara su mano hacia el cielo para que fueran hacia Egipto tinieblas tan espesas que se pudieran palpar. Estas tinieblas duraron tres días.
No se veía nada, nadie se movía de sus casas. (Plaga de Oscuridad)
Nadie escapó de dicha muerte incluyendo al ganado.

LA DÉCIMA PLAGA Y LA PASCUA

El Señor mandó llamar a Moisés para informar a los israelitas de la marca del cordero. Debían coger un cordero, matarlo y mojar un ramo de hisopo en la sangre recogida, y debían untarla en un dintel y en las jambas de la puerta. Nadie debía salir de sus casas hasta el día siguiente.
Jehová, Yohué en hebreo, no el ángel de la muerte como se pensaba, pasaría para matar a los egipcios, pero al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas pasaría de largo y no permitiría al exterminador entrar en sus casas para matar.
Todos así lo hicieron y al día siguiente el Señor había acabado con todos los egipcios excepto con los israelitas. (Muerte de los Primogénitos)
El Faraón mandó llamar a Moisés y le dijo que podían ir todos a dar culto al señor excepto las ovejas y el ganado. Moisés dijo que no, que el ganado también debía ir ya que de ellos debían tomar lo necesario para dar culto al Señor. El Faraón aceptó que el pueblo de Israel fuera a dar culto al Señor y llevaran sus ovejas y vacas y le vendicieran a él (al Faraón).
Los israelitas así lo hicieron. Pidieron a los egipcios vestidos y joyas, de tal forma que los israelitas despojaron a los egipcios.

LA SALIDA Y EL PASO DEL MAR ROJO

Cuando el Faraón dejó marchar al pueblo, Dios los condujo hacia el camino más largo. Los israelitas recibían la ayuda del Señor que los precedía por el día en una columna de nube para marcarles el camino y por la noche en una columna de fuego para alumbrarles, así podían caminar tanto de día como de noche.
La columna de nube no abandonaba el pueblo durante el día ni la de fuego durante la noche.
El Señor dijo a Moisés que cambiaran el rumbo y fueran a acampar a Piajirot.
De esta forma, el Faraón pensaría que los israelitas andaban perdidos y el desierto los tenía atrapados.
Cuando el rey de Egipto se enteró que el pueblo había huido este y sus cortesanos fueron en busca de los israelitas.
Cuando los encontró el Señor dijo a Moisés que cogiera su cayado y extendiera la mano hacia el mar. Moisés así lo hizo y el mar se dividió en dos, formando un camino rodeado por una muralla de agua.
Los israelitas se introdujeron en el camino mientras el Señor les ayudaba entorpeciendo a los egipcios.
Cuando todos los israelitas pasaron, las aguas volvieron a su posición inicial, llevándose por delante a todos los egipcios, sin salvarse ni uno.
El pueblo de Israel cantó un cántico de alabanza hacia el Señor.