lunes, 21 de junio de 2010

Job Cristina Jaén

En el país de hus un hombre llamado Job era muy recto e íntegro temía a dios y se guardaba del mal. Job tenía siete hijos y tres hijas.Él poseía siete mil ovejas,tres mil camellos,quinientas yuntas de bueyes.quinientas asnas y una gran cantidad de criados.Sus hijos por costumbre celebraban banquetes turnándose de casa en casa y invitaban a sus hermanas.Job luego los hacía purificarlos por si sus hijos habían pecado.Un día a los hijos de Dios se le presentó Santán.Empezaron a hablar el Señor con Satán y le dijo que no tocara a Job sino que le quitara todos sus bienes.Otro día las hijas y los hijos de JOb estaban eb la casa del hermano mayor y llegó un mensajero con noticias para Job y era porque mataron a sus siervos y luego cayó un rayo y terminó con sus ovejas y pastores,porque un viento fuerte destrozó su casa.Pero aunque pasó todo esto Job no maldijo a Dios.
Los hijos de Dios tenían que asistir a la audiencia del Señor y entre ellos se presento Satán.Luego el Señor defendió otra vez a JOb pero esta vez lo dejó en manos de Satán porque decía que esta vez iba a maldecir a Dios.Entonces hirió a JOb con una llaga maligna desde los pies hasta la coronilla y su mujer le dijo que le maldiciera a Dios y el le dijo que no que aceptaría el bien y el mal.Asi que Job no pecó.Después tres amigos de Job se enteraron de la desgracia y fuieron a verlo para compartir su pena.Eran Elifaz de Temán,Bildad de Suaj y Sofar de Naamat.Ellos vieron a JOb y no lo reconocieron aunque se sentaron junto a él 7 días sindirigirle la palabra pero luego su dolor era más fuerte.Al final Job ,maldijo el día que fue su nacimiento y que ese día se convirtiera en tinieblas y se apodere de él en la oscuridad.Que maldigan los que maldicen el día,que levantan a Leviatán,que espere la llegada de la luz y cierre las puertas del vientre. Dormiría tyranquilo y descansaria en paz junto a los reyes y señores de la tierra o junto a los príncipes que poseen oro. Allí descansan en paz los cautivos,los chicos que se confunden y el esclavo se ve libre de su amo. Alumbró la luz a un desgraciado y dio vida a los que están llenos de amargura,a quien no encuentra su camino y a quién Dios cierra el paso. Lo único que le queda son sus gemidos porque sucedió lo que temía y lo que le asustaba.

jueves, 17 de junio de 2010

DAVID por JEANNETTE

David fue el segundo de los Reyes del antiguo Reino de Israel, según la Biblia. Es representado como un rey Justo, aunque no exento de pecados, así como un aclamado guerrero, músico y Poeta, y al que tradicionalmente se atribuye la autoría de muchos de los salmos Del Libro de los Salmos.
Su existencia histórica puede situarse entre los años 1040 a. C. y 970 a. C., siendo su reinado sobre el territorio de Judá entre 1007 a. C. y 1000 a. C. y sobre Israel entre el año 1000 a.C. y 970 a.C.
Se han preservado pocas referencias arqueológicas, pero la estela de Tel Dan podría determinar la existencia, a mediados del s. IX a. C. de una dinastía real hebrea llamada «Casa de David», además de existir otras referencias en este grabado sobre la descendencia del rey David.
La vida de David es especialmente importante para el Judaísmo, Cristianismo y el Islam.
Su biografía se basa casi exclusivamente en los libros de Samuel, donde se lo describe como rubio, de hermosos ojos y muy bella presencia.
David es elegido
Saúl había pecado, a los ojos de Dios, al desobedecer, durante la batalla de Michmash, el mandato de destruir a todos los enemigos amalecitas. Dios decidió que Samuel debía nombrar a un nuevo rey para Israel. Para eso lo envío a Belén, a casa de Isaí (Jesé) para que escogiese a uno de sus hijos.
Samuel llegó a Belén, haciendo intención de realizar un sacrificio para evitar la ira de Saúl. En casa de Jesé le fueron presentados los hijos, pero ninguno de ellos era. Preguntando Samuel si faltaba alguno, Jesé le indicó que David. Fue mandado llamar y, al verlo, Samuel supo que ése era el elegido. Acto seguido lo ungió como rey ante sus hermanos y se volvió.
David hecho rey de Judá:
En la batalla con los filisteos Saúl y Jonatán mueren. Una etapa de la monarquía israelí terminaba de manera desastrosa. David llora su muerte y luego analiza la situación. Los adversarios son dueños de grandes regiones. Ante ello decide trasladarse hasta Hebrón, donde es ungido como rey sobre Judá. Los intentos de Isboset (rey de las tribus del norte) por ampliar su influencia serían anulados por la acción de dos caudillos que consiguen asesinarlo en su propia residencia. Los asesinos presentan la cabeza de Isboset a David con la esperanza de una recompensa, pero David los ejecuta por su crimen. Durante su permanencia en Hebrón, David era rey pero no conseguía el reconocimiento de las tribus norteñas de Israel. Lograr la unidad de las 12 tribus pasó a ser su objetivo primordial.
David como rey de Israel:
Durante su permanencia en Hebrón, David era rey pero no conseguía el reconocimiento de las tribus norteñas de Israel. Para que el rey lograra una total autonomía necesitaba ubicar la capital en un lugar "neutral”. Jebus, que por entonces no estaba en manos de los de Judá ni en manos de los israelitas del norte, era el lugar ideal. Pero estaba ocupada por los jebuseos. Una vez reconocido por los líderes de todas las tribus, los cuales le expresaron: "Hueso y carne tuya somos" David se lanza a la conquista de la fortaleza de los jebuseos de Jerusalén y la hace su capital (se denominaría Ciudad de David).
David comete errores
David comete adulterio con Betsabe, la esposa de Uria el Hitita, mientras que su esposo luchaba en la batalla, Betsabe queda embarazada, entonces David llama a Urias, a fin de que pueda estar con su esposa y ocultar la identidad del padre del niño. Urias se niega a permanecer fuera del campo de batalla mientras sus compañeros están en la lucha, por lo que David cambia su estrategia: Lo envía de regreso pero da instrucciones a Joab (el comandante) para que abandonen a Urias en el frente de la batalla. David se casa con Betsabe y ella lleva su hijo, "pero lo que había hecho David desagradó al Señor". El profeta Natán confronta a David, diciendo: "¿Por qué has despreciado la palabra de Dios, para hacer lo que es malo a sus ojos? Has herido a Urias, el hitita, con la espada y has tomado a su esposa para ser tu esposa" Por lo tanto, por adulterio y asesinato, Nathan declara que Dios le ha asignado al rey un reino agitado, lleno de disturbios, civiles violentos e intrigas. Además, aclaró David no iba a morir, pero sí su hijo nacido de Betsabe. David se arrepiente, pero Dios "hirió al niño... y se enfermó... en el séptimo día murió el niño." David, se viste, y come. Sus siervos preguntan por qué se lamentó cuando el bebé estaba vivo, pero ya no cuando está muerto, y David contesta: "Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y lloraba, le dije, ¿quién sabe si el Señor tendrá compasión de mí, que el niño pueda vivir? Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré yo he de hacerle volver? Yo voy a él, pero él no volverá a mí."
Absalón, hijo de David, se rebela
La muerte de Absalón por Gustave Doré tal como lo había profetizado Natán, los errores del rey fueron la causa de diversos trastornos: Uno de los hijos de David Absalón que había nacido en Hebrón, se rebela contra su padre, y llegan a luchar por el derecho al trono. Absalón es capturado por su cabello en las ramas de un roble. Joab, el comandante de tropas de David le clava tres lanzas y lo mata. Así, cuando la noticia de la victoria fue llevada a David, éste no se goza, sino que es sacudido por el dolor:" ¡Oh hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! Me habría muerto en lugar de ti, Absalón, hijo mío, mi hijo ¡”.Los sinsabores continuarían, pues Adonías, (otro hijo nacido en Hebrón), también pretende reinar. Ambiciona el trono de su padre David, que por entonces ha perdido gran parte de su anterior prestigio.
La Edad Avanzada de David
Ya anciano, David estaba decrépito y postrado en cama. Aprovechando la debilidad de su padre, Adonías, su hijo superviviente, se declara rey. Betsabé, la esposa preferida de David, y Nathan el profeta, temiendo por la actitud hostil del ambicioso Adonías, fueron con David para procurar un acuerdo que colocase a Salomón en el trono. Salomón había sido elegido por Dios y este acuerdo entre David y su mujer preferida solo concretaba los designios divinos. David muere y es enterrado en la ciudad donde David había gobernado cuarenta años.
David en el judaísmo
En el Judaísmo, el reinado de David representa la formación de un Estado Judío coherente, con su capital política y religiosa en Jerusalén y la institución de un linaje real que culminará en la era Mesiánica.
David en el Cristianismo
En el Cristianismo, David tiene importancia como el ancestro del Mesías. Muchas Profecías del Antiguo Testamento indicaban que el Mesías descendería de la línea de David
David (Dawud) en el Islam
En el Corán, David es conocido como Dawud, y es considerado uno de los profetas del islam, para quien fueron revelados por Alah los Salmos de Zabur.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Salomón ( Rubén)

Salomón era hijo del Rey David

SALOMÓN SE CASA CON LA HIJA DEL FARAÓN

Salomón emparentó con el faraón, rey de Egipto, pues se casó con su hija y la llevó a la Ciudad de David mientras él terminaba de construir su palacio, el templo del Señor y la muralla alrededor de Jerusalén.La gente, sin embargo, ofrecía sus sacrificios en los lugares altos de culto pagano, porque hasta entonces no se había construido un templo para el Señor.

SALOMÓN PIDE A DIOS SABIDURÍA
(2 Cr 1.1-13)
Salomón amaba al Señor y cumplía las leyes establecidas por David, su padre, aun cuando él mismo ofrecía sacrificios e incienso en los lugares altos, e incluso iba a Gabaóne para ofrecer allí sacrificios, porque aquel era el lugar alto más importante; y ofrecía en aquel lugar mil holocaustos.
Una noche, en Gabaón, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: “Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.”
Salomón respondió: “Tú trataste con gran bondad a mi padre, tu siervo David, pues él se condujo delante de ti con lealtad, justicia y rectitud de corazón para contigo. Por eso le trataste con tanta bondad y le concediste que un hijo suyo se sentara en su trono, como ahora ha sucedido. Tú, Señor y Dios mío, me has puesto para que reine en lugar de David, mi padre, aunque yo soy un muchacho joven y sin experiencia.Pero estoy al frente del pueblo que tú escogiste: un pueblo tan grande que, por su multitud, no puede contarse ni calcularse. Dame, pues, un corazón atento para gobernar a tu pueblo y para distinguir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién hay capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso?”
Al Señor le agradó que Salomón le hiciera tal petición, y le dijo: “Porque me has pedido esto y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino inteligencia para saber oir y gobernar, voy a hacer lo que me has pedido: yo te concedo sabiduría e inteligenciam como nadie las ha tenido antes que tú ni las tendrá después de ti. Además te doy riquezas y esplendor, cosas que no pediste, de modo que en toda tu vida no haya otro rey como tú. Y si haces mi voluntad, y cumples mis leyes y mandamientos, como lo hizo David, tu padre, te concederé una larga vida.”
Al despertar, Salomón se dio cuenta de que había sido un sueño. Y cuando llegó a Jerusalén, se presentó ante el arca del pacto del Señor y ofreció holocaustosñ y sacrificios de reconciliación. Después dio un banquete a todos sus funcionarios.

UN SABIO JUICIO DE SALOMÓN



Por aquel tiempo fueron a ver al rey dos prostitutas. Cuando se hallaron en su presencia, una de ellas dijo:
–¡Ay, Majestad! Esta mujer y yo vivimos en la misma casa, y yo di a luz estando ella conmigo en casa. A los tres días de dar a luz, también dio a luz esta mujer. Estábamos las dos solas. No había ninguna persona extraña en casa con nosotras; solo estábamos nosotras dos. Pero una noche murió el hijo de esta mujer, porque ella se acostó sobre él. Entonces se levantó a medianoche, mientras yo estaba dormida, quitó de mi lado a mi hijo, lo acostó con ella y puso junto a mí a su hijo muerto. Por la mañana, cuando me levanté para dar el pecho a mi hijo, vi que estaba muerto. Pero a la luz del día lo miré, y me di cuenta de que aquel no era el hijo que yo había dado a luz. La otra mujer dijo:
–No, mi hijo es el que está vivo, y el tuyo es el muerto.
Pero la primera respondió:
–No, tu hijo es el muerto, y mi hijo el que está vivo.
Así estuvieron discutiendo delante del rey. Entonces el rey se puso a pensar: “La una dice que su hijo es el que vive y que el muerto es de la otra, y la otra dice exactamente lo contrario”.
Luego ordenó:
–¡Traedme una espada!
Cuando le llevaron la espada al rey, ordenó:
–Partid en dos al niño vivo y dadle la mitad a cada una.
Pero la madre del niño vivo se angustió profundamente por su hijo, y suplicó al rey:
–¡Por favor! ¡No mate Su Majestad al niño! ¡Mejor es que se lo dé a esta mujer!
Pero la otra dijo:
–Ni para mí ni para ti. ¡Que lo partan!
Entonces intervino el rey y ordenó:
–Entregad a aquella mujer el niño vivo. No lo matéis, porque ella es su verdadera madre.
Todo Israel se enteró de la sentencia con que el rey había resuelto el pleito, y sintieron respeto por él.

SABIDURÍA Y PROSPERIDAD DE SALOMÓN

Judá e Israel tenían una población incontable, como la arena que hay a la orilla del mar. Había abundancia de comida y bebida, y reinaba la alegría. Salomón era soberano de todos los reinos
comprendidos entre el río Éufrates, el país filisteo y la frontera de Egipto, los cuales pagaron tributo y estuvieron sometidos a Salomón mientras él vivió. La provisión diaria para Salomón era de seis mil seiscientos litros de flor de harina, trece mil doscientos litros de harina, diez toros de los más gordos, veinte toros criados con hierba, y cien ovejas, sin contar ciervos, gacelas, gamos y aves bien gordas, pues Salomón dominaba en toda la región al oeste del Éufrates, desde Tífsah hasta Gaza, y sobre todos los reyes de esta región, y había pacificado todo el territorio de alrededor.
En vida de Salomón, los habitantes de Judá e Israel, desde Dan hasta Beerseba, vivieron tranquilos, cada cual debajo de su parra y de su higuera. Salomón tenía además cuatro milk caballerizas para los caballos de sus carros, y doce mil soldados de caballería. Los intendentes mencionados proveían de lo necesario, en el mes que les tocaba, al rey Salomón y a sus huéspedes, procurando que nada faltara. En su turno correspondiente, mandaban al lugar que se les indicaba la cebada y la paja para los caballos y los animales de tiro.
Dios concedió a Salomón mucha sabiduría e inteligencia,m y una comprensión tan abundante como la arena que está a la orilla del mar, hasta el punto de que la sabiduría de Salomón sobrepasó a la de los egipcios y los orientales. Fue más sabio que ningún otro hombre: más sabio que Etán,ñ el descendiente de Zérah, y que Hemán, Calcol y Dardá, hijos de Mahol.o Su fama se extendió por todas las naciones de alrededor. Pronunció tres mil proverbios y compuso mil cinco poemas. Habló acerca de los árboles y las plantas, desde el cedro del Líbano hasta la hierba que crece en las paredes; también habló sobre los animales, las aves, los reptiles y los peces. De todas las naciones y reinos de la tierra donde habían oído hablar de la inteligencia de Salomón, venía gente a escucharle.

SALOMÓN CONSTRUYE EL TEMPLO



(2 Cr 3.1-14)
Salomón comenzó la construcción del templo del Señor en el cuarto año de su reinado en Israel, en el mes de Ziv,b que es el segundo mes del año, cuando hacía ya cuatrocientos ochenta años que los israelitas habían salido de Egipto. El templo que el rey Salomón construyó para el Señor tenía veintisiete metros de largo, nueve de ancho y trece y medio de alto. El vestíbulo en la parte delantera del templo medía nueve metros de largo, igual a la anchura del templo, y cuatro metros y medio de ancho en la parte frontal del edificio. Salomón hizo al templo ventanas con rejas. También construyó un anexo junto al muro que rodeaba el edificio, contra los muros que rodeaban el templo, tanto alrededor de la sala central como de la cámara posterior, y construyó celdas alrededor. La planta baja del anexo medía dos metros y veinticinco centímetros de ancho; la planta intermedia, dos metros y setenta centímetros; y la planta alta, tres metros y quince centímetros; pues por fuera había reducido las medidas del templo para no empotrar las vigas en sus muros. En la construcción del templo se emplearon piedras totalmente labradas, así que, mientras lo edificaban, no se oyeron en el templo martillos ni piquetas ni ningún otro instrumento de hierro. La puerta de la celda de la planta bajad estaba al lado derecho del templo, y para subir a los pisos intermedio y tercero había una escalera de caracol.
Cuando Salomón terminó de construir el templo, lo cubrió con vigas y artesonado de cedro. Edificó también el anexo que rodeaba todo el templo, cuya altura era de dos metros y veinticinco centímetros, y lo sujetó al muro del templo con vigas de cedro. Entonces el Señor se dirigió a Salomón y le dijo: “En cuanto al templo que estás construyendo, quiero decirte que, si te conduces conforme a mis leyes y decretos, y cumples todos mis mandamientos portándote de acuerdo con ellos, yo cumpliré la promesa que hice a David, tu padre, respecto a ti; y viviré entre los israelitas, y no abandonaré a Israel, mi pueblo.

SALOMÓN TERMINÓ DE CONSTRUIR EL TEMPLO.
Cubrió las paredes interiores del edificio con tablas de cedro. Lo recubrió con madera de arriba abajo, y cubrió el piso con madera de pino. También recubrió de arriba abajo, con tablas de cedro, un espacio de nueve metros en la parte posterior del templo, y lo acondicionó para que fuera el Lugar Santísimo. La nave del templo, que estaba frente al Lugar Santísimo,g medía dieciocho metros de largo. El revestimiento interior del templo era de madera de cedro, con tallas de flores y frutos. Todo era de cedro. No se veía una sola piedra. Salomón preparó el Lugar Santísimo en el templo, para colocar allí el arca del pacto del Señor. El interior del Lugar Santísimo medía nueve metros de largo, nueve de ancho y nueve de alto. Frente al Lugar Santísimo hizo Salomón un altar de cedro y lo recubrió de oro. También recubrió de oro puro el interior del templo y el Lugar Santísimo, y delante de este puso cadenas de oro. De modo que recubrió de oro todo el templo, lo mismo que el altar que había delante del Lugar Santísimo.i
Hizo también dos seres aladosj de madera de olivo, para el Lugar Santísimo. Cada uno de ellos tenía cuatro metros y medio de altura, y cada una de sus alas medía dos metros y veinticinco centímetros. Así que, de una punta a otra de las alas, cada uno de ellos medía cuatro metros y medio. Los dos seres alados tenían las mismas medidas; es decir, los dos medían cuatro metros y medio, y tenían la misma forma.Su altura era también de cuatro metros y medio. Salomón los puso en el Lugar Santísimo. Y aquellos seres alados tenían sus alas extendidas, de modo que el ala de uno tocaba una pared y el ala del otro tocaba la pared opuesta, y las otras dos alas se tocaban entre sí en el centro del Lugar Santísimo. Luego Salomón recubrió de oro los seres alados, y en todas las paredes interiores y exteriores del templo labró figuras de seres alados, palmeras y flores. También cubrió de oro el piso del templo, por dentro y por fuera. Para la entrada del Lugar Santísimo hizo puertas de madera de olivo, y el dintel y los postes tenían forma pentagonal.
Las dos puertas eran de madera de olivo, y en ellas labró figuras de seres alados, palmeras y flores; luego recubrió de oro todas estas figuras. Para la entrada de la sala central del templo hizo postes de madera de olivo, formando un cuadro. Las dos hojas de las puertas eran de madera de pino, y ambas hojas giraban. Labró en ellas seres alados, palmeras y flores, y luego recubrió estas figuras con láminas de oro. Construyó también el atrio interiorl con tres hileras de piedras labradas y una hilera de vigas de cedro.
En el cuarto año del reinado de Salomón, en el mes de Ziv, se echaron los cimientos del templo del Señor; 38 y en el año once de su reinado, en el mes de Bul,n que es el octavo mes del año, se terminó el templo en todos sus detalles, según la totalidad del proyecto. En siete años lo construyó Salomón.

ESTER Inmaculada Delgado González

lunes, 17 de mayo de 2010

DEBORA -mario ramírez soto


era una profetisa y el cuarto Juez (además del único femenino) del Israel premonárquico del Antiguo Testamento (Tanaj). Su historia se cuenta dos veces en los capítulos IV y V del Libro de los Jueces. El primer relato es en prosa, narrando la victoria de las fuerzas israelitas dirigidas por el general Barak, a quien Débora provocó pero profetizó que no lograría la victoria final sobre el propio general cananeo Sisera. Tal honor correspondió a Jael, la esposa de Heber, un cineo fabricante de tiendas. Jael mató a Sisera clavándole una estaca de la tienda en la cabeza cuando dormía.

Jueces 5 cuenta esta misma historia en verso, y se cree que fue escrita en la segunda mitad del siglo XII a. C., poco después de los sucesos que describe. De ser así, entonces este pasaje, llamado a menudo La canción de Débora, es uno de los pasajes más antiguos de la Biblia y el ejemplo más antiguo conservado de poesía hebrea. También es importante porque es uno de los pasajes más antiguos, si no el que más, que muestra a mujeres en papeles diferentes a los de víctima o villano. El poema puede haber sido incluido en el Libro de las batallas de Dios mencionado en Números 21:14.

Se sabe poco de la vida personal de Débora. Aparentemente estuvo casada con un hombre llamado Lapidoth (‘antorchas’), pero este nombre no aparece fuera del Libro de los Jueces y podría significar simplemente que la propia Débora tenía un alma «ardiente». Fue una poetisa y daba sus sentencias bajo una palmera de Efraim. Algunos aluden a ella como la madre de Israel. Tras su victoria sobre Sisera y el ejército cananita hubo paz en la región durante cuarenta años.

SALOMÓN

SALOMÓN SUCEDE A DAVID.

El rey David llamó a betsabé y le dijo que su hijo Salomón le sucedería en el trono. Después el rey ordenó llamar al sacerdote Sadoc, el profeta Natán y Banaías y les dijo que llevaran a Salomón,
montado en su propia mula, a Guijón, donde el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirían como rey de Israel. Y después lo proclamarían rey.

ÚLTIMAS INSTRUCCIONES DE DAVID.

Pocos días antes de morir, David mandó llamar a su hijo Salomón y le dijo que pronto moriría y que debía ser un hombre firme y que debía cumplir todas las leyes de Yavé para que ningún proyecto le fallara.

EL SUEÑO DE SALOMÓN.

El rey fue a Gabaón para ofrecer sacrificios y durante la noche se le apareció Yavé en sueños. Éste le dijo:
-“Pídeme lo que quieras”.
Salomón le dijo que quería un espíritu atento para gobernar a su pueblo. Yavé le concedió su deseo y además le concedió todo lo que no había pedido, es decir, riquezas, gloria, una larga vida, etc. Al despertar, Salomón se dio cuenta de que era un sueño.

EL JUICIO DE SALOMÓN.

Llegaron ante él dos prostitutas. Una de ellas dijo que había tenido un hijo y la otra repitió lo mismo y habían asegurado que ningún extraño había estado en su casa. El hijo de una de las mujeres murió ahogado porque ella se había dormido sobre él. Entonces ésta cambió su hijo muerto por el de la otra mujer. La otra prostituta se dio cuenta de que ese no era su hijo. Las dos prostitutas empezaron a discutir y el rey mandó que le trajeran una espada para cortar en dos al niño. La verdadera madre imploró que no lo mataran, mientras que la otra mujer pidió que lo mataran. Entonces Salomón se dio cuenta de quién era la verdadera madre y le entregó a su hijo.

SALOMÓN CONSTRUYE EL TEMPLO.

El cuarto año de su reinado, Salomón empezó a construir la casa de Yavé. La casa tenía 30metros de largo, 10 metros de ancho y 15 metros de alto. El vestíbulo tenía 10 metros de ancho y 5 metros de fondo. Salomón hizo en la casa ventanas con rejas. Cubrió las paredes de la casa al interior con planchas de madera de cedro. El suelo lo cubrió con planchas de ciprés. Dispuso en el fondo de la casa un lugar Santísimo de 10 metros de largo. La parte anterior de la casa, el lugar Santo, medía 20 metros. En todo el interior, la madera estaba esculpida con figuras de calabaza y guirnaldas de flores. El lugar Santísimo, estaba destinado para recibir el arca de la alianza de Yavé; tenía 10 metros de largo, 10 metros de ancho y 10 de alto. Salomón cubrió todo el edificio de oro.







CONSAGRACIÓN DEL TEMPLO.

Todos los hombres de Israel se reunieron junto a Salomón en el 7º mes del año. Los sacerdotes tomaron el Arca de la Alianza de Yavé, con los objetos sagrados que había en ella y los subieron a la casa de Yavé. El rey Salomón y toda la comunidad de Israel, sacrificaron ovejas y bueyes. Los sacerdotes llevaron el Arca de la Alianza de Yavé, hasta el lugar Santísimo.



LA REINA DE SABA VISITA A SALOMÓN.

La reina de Saba escuchó la fama de Salomón y fue a preguntarle sobre cuestiones difíciles. Llegó a Jerusalén con un gran número de camellos y Salomón aclaró todos sus problemas. La reina de Saba presenció la vida fastuosa de Salomón y quedó maravillada. Ofreció al rey ciento veinte talentos de oro, perfumes y joyas. Salomón dió a la reina de Saba todo cuanto ella quiso. Después, ella se marchó y volvió a su país.


Inmaculada Doña Villalba 1ºbach b

lunes, 10 de mayo de 2010

Historia de JONÁS, el profeta.


Esta historia cuenta como Dios manda a Jonás a predicar al pueblo de Nínive, la capital de Asiria para persuadirlos de arrepentirse de su maldad o si no su ciudad quedará destruida. Jonás se negó a obedecer y al principio trataba huir de la presencia de Yahveh y se embarcó rumbo a Tarsis, pero en el camino Dios preparó una tempestad y los tripulantes al saber que huía de Yahveh lo echan al mar en medio de la tempestad.
Dios preparó un gran pez que se tragara a Jonás. Jonás oró durante los tres días que permaneció en el vientre del pez y después de ese periodo Yahveh dio la orden de que el pez vomitara a Jonás.
Después de esto recibió por segunda vez la palabra de Dios de ir a predicar a Nínive. Estando en esa ciudad Jonás predicó: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida». El Rey de la ciudad ordenó el ayuno de toda la población, Dios al ver el arrepentimiento de la población de Nínive, se arrepintió de sus actos y no castigó a la Ciudad. Jonás quedó frustrado de ver la piedad de su Dios y viendo que su profecía no se cumplió se fue de la ciudad disgustado. Dios lo censuró por su falta de compasión hacia los miles de personas y animales de Nínive, pero al final lo alecciona.

Realizado por: SARA ALBERTO SÁNCHEZ, 1º BACH A